Todos los días un grupo de al menos 100 personas se reúnen en las instalaciones del campamento Vivemar, en Puerto Escondido, Oaxaca, para liberar tortugas, lo que se ha convertido en un fructífero negocio para quienes lo manejan.
Aproximadamente a las 17:00 horas de cualquier día del año, los turistas se dan cita en la Playa Bacocho para liberar tortugas, a quienes por vivir la experiencia se les cobran 100 pesos en efectivo “por recuperación y para mantener el campamento”.
Sin embargo, esta mal llamada cooperativa explota a los animales marinos pues ha logrado hacer del negocio con las tortugas el cual es muy rentable al dejar ganancias de entre tres y cinco millones de pesos al año.
Esta situación es muy reprobable, pues manipulan a las tortugas para que desoven diariamente, esto sin seguir las mínimas condiciones sugeridas por las autoridades medioambientales.
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Entre las recomendaciones que no se cumplen están las de no manipular, tocar, acosar, molestar o dañar a las tortugas marinas; permanecer 10 metros de distancia de la tortuga y todo el tiempo en silencio y no permitir más de 10 personas por grupo.
El daño que le están haciendo a las tortugas tratándolas como mercancía es intolerable. ¿Dónde está la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas? ¿Dónde está la Semarnat? ¿Tiene permiso este campamento para operar?
Los pseudoambientalistas de los que habla el presidente Andrés Manuel López Obrador son reales y se aprovechan de la buena voluntad de la gente que sí está preocupada por el medio ambiente.
JGR