Ya sea por haber perdido la noción del tiempo, por culpa del tráfico muy lento o por las colas que se forman en las aduanas de los aeropuertos en horas punta, perder un vuelo es mucho más común y fácil de lo que parece. Un despiste que nos puede salir muy caro si es por causas propias, sobre todo si el destino está muy lejos y el coste del billete es elevado.
Por eso mismo, algunos pasajeros son capaces de cometer auténticas locuras con tal de no perder un vuelo. Así lo ha demostrado una mujer que fingió una falsa alarma de bomba en el aeropuerto de Ezeiza, en Argentina, para que su pareja no perdiera el vuelo bajo ninguna circunstancia.
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Al parecer, la pareja de la mujer estaba a punto de perder su vuelo con destino a Santiago de Chile y, para evitarlo, se le ocurrió llamar al aeropuerto internacional de Ezeiza para decir que había escondido una bomba en el baño y así conseguir retrasar su vuelo.
Nada más recibir la llamada anónima, el personal del call center de AA2000 de Ezeiza denunció haber recibido una llamada telefónica a través del cual una voz, aparentemente femenina, manifestó haber colocado un explosivo casero dentro de una mochila que había dejado en un baño del sector de llegadas internacionales.
Inmediatamente, el protocolo de seguridad del aeropuerto se puso en marcha y evacuaron y registraron los baños con la ayuda del Grupo Especial de Control de Explosivos y Armas Especiales (GEDEX) de la PSA, sanidad y bomberos. Sin embargo, no encontraron absolutamente nada.
Intentando dar con la autora de la llamada, se supo que el código de área del número correspondía a la ciudad de Rosario, por lo que también se activó el protocolo preventivo en el Aeropuerto Internacional Islas Malvinas. Hasta que finalmente, los investigadores establecieron que la amenaza de bomba había sido generada por una mujer que estaba en Santa Fe y que ese mismo día había trasladado en coche a un hombre hasta el aeropuerto de Ezeiza para que tomara un vuelo con destino a Chile.
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Finalmente, los agentes de policía allanaron la vivienda de la sospechosa por orden judicial y se llevaron el teléfono móvil con el que la mujer había llamado al aeropuerto para crear la falsa alarma de bomba. Aunque la causa todavía no ha sido juzgada, la autora se enfrenta a una pena de cárcel.
Por su parte, a pesar de los grandes esfuerzos de la mujer para que su pareja pudiera coger el vuelo a tiempo, el hombre llegó tarde y perdió el avión de todos modos. De hecho, cuando los agentes allanaron la casa de la mujer, el hombre estaba con ella en su interior.
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LM
