Conoce más sobre el Día Mundial de la Tierra

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El 22 de abril se celebra el Día Mundial de la Tierra, la fecha fue establecida por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el fin de concienciar a toda la población sobre la necesidad de protección del medio ambiente, la naturaleza y su biodiversidad.

Como cada año desde 1970, el mundo celebra el Día de la Tierra, una fecha que con el tiempo ha ido cogiendo relevancia: ante el deterioro de nuestro planeta, días como el de hoy nos recuerdan la importancia de potenciar la conciencia medioambiental. En la actualidad esta cuestión, con relación al cambio climático, centra la atención de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la que recoge 17 objetivos aprobados en 2015 por todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas.

El efecto del cambio climático tiene un fuerte impacto en el planeta deteriorándolo, pero también sobre nuestras vidas, ya que afecta enormemente a nuestra salud. Por ello, reducir las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero sigue siendo uno de los objetivos principales en la lucha contra el cambio climático y para la protección de nuestro planeta.

Una de las consecuencias directas que sufre la Tierra es el deshielo de los polos, pero también hay que tener en cuenta otros aspectos derivados de su maltrato: la extinción de innumerables especies de animales y el deterioro de su hábitat, la deforestación de millones de hectáreas de bosques o los elevados niveles de contaminación. 

¿Cuál es el origen del Día de la Tierra (o Earth Day)?

Hoy, viernes 22 de abril, se celebra el Día de la Tierra, también conocido como el Día Internacional de la Madre Tierra. Esta jornada fue aprobada en la Asamblea General de la ONU en 2009 pero tenemos que remontarnos a la década de los 60 para entender sus orígenes. Fue exactamente a las puertas de 1970 cuando el gobernador estadounidense Gaylor Nelson impulsó numerosas campañas y manifestaciones a favor del medio ambiente y la naturaleza.

Nelson consiguió movilizar a millones de personas en Estados Unidos para intentar concienciar a la población de los problemas comunes que nos afectan en torno a la contaminación, la conservación de la biodiversidad y los derrames de sustancias tóxicas, entre otras prácticas que dañan la Tierra. Esta presión política y social hizo que el gobierno de Estados Unidos acabase creando la Agencia de Protección Ambiental y que pusiese en marcha una serie de leyes destinadas a la protección del medio ambiente.

Sería dos años después, en 1972, cuando se celebrase la primera conferencia internacional sobre el medio ambiente: ‘La Cumbre de la Tierra de Estocolmo’, con la que se buscaba sensibilizar a los líderes mundiales sobre la magnitud de los problemas y amenazas que enfrenta el medio ambiente (efecto que se conoció como ‘el espíritu de Estocolmo’.

Aunque no se oficializó hasta años más tarde, podemos decir que el Día de la Tierra se celebró por primera vez ‘a lo grande’ y en todo el mundo en 1990. Este día fue todo un éxito, ya que más de 1.000 ONG organizaron actos en 140 países a los que se estima que asistieron unas 200 millones de personas. A partir de aquel momento, el movimiento ecologista fue cogiendo más y más fuerza llegando la ONU a oficializar este Día de la Tierra, como apuntábamos antes, en 2009.

En el marco de una nueva conmemoración del Día de la Tierra, tú puedes implementar en la vida cotidiana estas acciones a favor del planeta.

1. Ahorrar energía en casa

Tal como consigna la ONU, gran parte de la electricidad y la calefacción que utilizan los hogares del mundo funciona a base de carbón, petróleo y gas. Ante ello, el organismo recomienda “utilizar menos energía reduciendo el uso de la calefacción y el aire acondicionado, cambiando a bombillas LED y electrodomésticos de bajo consumo, lavando la ropa con agua fría o tendiendo la ropa mojada en lugar de utilizar la secadora”.

2. Optar por medios de transporte sustentables

La ONU destaca que “las carreteras del mundo están saturadas de vehículos, la mayoría de los cuales usan diésel o gasolina. Caminar o ir en bicicleta, en lugar de conducir, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y supone un beneficio para la salud y la forma física”.

3. Elegir más alimentos de origen vegetal

Según un estudio de 2014 publicado en la revista Nature por David Tilman, de la Universidad de Minnesota, y Michael Clark, de la Universidad de California en Santa Bárbara, las dietas basadas en frutas, verduras y legumbres son más sustentables para el planeta.

Tal como revela el informe, la creciente emisión de GEI que evidencia el sector alimentario se explica en gran medida por los altos niveles de consumo de productos de origen animal. 

4. Ser consciente de los desplazamientos

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), señala que el sector de la aviación es responsable por el 2,3% del total de GEI. La buena noticia es que la asociación confirmó que las emisiones de carbono por pasajero han descendido más del 50% desde 1990. No obstante, el poder de decisión de las personas para elegir cuándo, cómo y con cuánta frecuencia viajar se torna crucial para continuar ese camino.

El PNUMA aconseja volar menos y contemplar otras opciones para reducir la distancia, como las reuniones virtuales o el desplazamiento por medios más sostenibles, como el tren.

5. Minimizar los desperdicios de alimentos

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) advierte que se desperdician 1.100 millones de toneladas de alimentos vegetales al año, mientras que el desperdicio de alimentos de origen animal ronda los 175 millones de toneladas.

En un mundo en el que existen entre 720 y 811 millones de personas con hambre, según datos de la FAO, resulta imperativo invitar a las personas a repensar sus hábitos de consumo y tomar conciencia a la hora de comprar, consumir y desechar alimentos.

6. Reducir, reutilizar y reciclar

Es importante ver qué productos se compran, de dónde vienen, qué tipo de packaging utilizan, si es posible reducir la cantidad de plástico y si se puede recuperar o reutilizar el envase.

El concepto de reducir, reutilizar y reciclar, puede hacerse extensivo a distintos hábitos domésticos, como el lavado de platos o la higiene dental. Hacer foco en el consumo responsable implica repensar la forma en que se vive.

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