Así debes cuidar la planta de jade para atraer suerte

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La planta jade de la suerte se ha convertido en una de las suculentas más populares del momento, sin embargo, muchos no saben que pueda dar flores.

¿Cuáles son las flores de la planta jade?

Las flores de esta planta tienen la forma de una pequeña estrella, sus racimos se producen en las puntas de las ramas y una vez que se desvanecen, puedes cortar el tallo.

Así debes cuidar la planta de jade para atraer suerte

¿Cuándo florece la planta jade?

Las flores comienzan a formarse durante los días más cortos del año y podrás apreciarlas a finales de invierno o principios de primavera.

¿Cómo hacer florecer la planta jade?

La planta jade debe estar bien nutrida, así que debes fertilizarla solamente una vez al mes y es muy importante que nunca lo hagas en otoño ni invierno.

Así debes cuidar la planta de jade para atraer suerte

El riego también es muy importante para su floración, así que solo hazlo cuando el sustrato este complemente seco y cuando lo hagas, asegúrate de usar suficiente agua.

Asegúrate de colocar tu suculenta en el área más fría de tu hogar, pero a finales de otoño o principios de invierno debes tener mucho cuidado, ya que no soporta temperaturas inferiores a 4 grados centígrados y mucho menos las heladas.

¿Cómo mantener una planta de jade en agua?

Al igual que otras plantas, la de jade puede propagarse en el agua. La ventaja extra, es que puede crecer y permanecer en este medio durante mucho tiempo, siempre que se tengan los cuidados adecuados.

Si lo que buscas es pasar una planta de jade a agua, lo primero que necesitas es eliminar toda la tierra de las raíces, colocándola bajo el chorro de agua. Posteriormente, colócala en un jarrón lo suficientemente amplio, con agua limpia.

  1. Con unas tijeras o cuchillos afilados y desinfectados, corta un esqueje de al menos 5 o 6 centímetros de largo y una o dos hojas. Hazlo por debajo de un nudo.
  2. Llena un jarrón o frasco de vidrio de boca no muy ancha, limpio y desinfectado, con agua limpia. Evita llenar hasta el tope, deja uno o dos centímetros libres.
  3. Introduce el esqueje en el agua, los nudos deben quedar sumergidos. Puedes rellenar parte del frasco con piedras para que tu esqueje no se hunda y se mantenga recto.
  4. Coloca tu planta en un lugar cálido y luminoso, pero sin luz directa. Evita las corrientes de aire y cambios bruscos de temperatura.
  5. Durante este periodo, cambia el agua cada 2 o 3 días para evitar que enferme. Con el tiempo comenzarás a ver sus raíces. Si el recipiente le queda chico, cámbialo a uno más grande.

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LM