Seguramente has entrado a una tienda de muebles y te has imaginado cómo se vería una sala nueva en tu hogar, sin embargo antes de que te gane la emoción debes saber que uno de los problemas de logística más complicados es mover un sillón.
Aunque parezca sencillo, no lo es, pasarlo por una puerta, o subir escaleras suele ser una tarea casi imposible de hacer si no se consideran las dimensiones del sofá al momento de comprarlo.
Sin embargo, con estos tips mejorarás la técnica y destreza la próxima vez que necesites mover tu sillón.
¿Cómo pasar un sillón por la puerta?
Como lo dijimos al principio, pasar muebles -en especial sillones- por una puerta es una de las tareas más difíciles hasta para los expertos en mudanzas y fletes más experimentados. Si quieres ahorrarte tiempo y dinero, checa estos tips para hacer ese momento más fácil.
- Antes de cualquier cosa, asegúrate de que el sillón que estás a punto de comprar no solo sea bonito, estético y combine con tus demás muebles en casa, sino que sea de un tamaño apropiado; lleva un metro contigo y toma sus medidas. Si de plano es más grande que el marco de tu puerta, o los pasillos del edificio donde vives, ¡ni lo compres!
- Algunos sofás son multimodales; es decir, que pueden separarse para hacer más fácil este proceso. Checa bien las instrucciones de tu mueble y tal vez sea más sencillo desarmarlo para que entre sin problemas en tu casa.
- Si este no es el caso, cubre el sillón con plástico y otro material protector para manipularlo lenta y suavemente, con diferentes movimientos y ángulos para intentar hacerlo pasar. Puede que te salga a la primera, pero si no, sigue intentando.
- Si de plano ningún movimiento funcionó, quita la puerta y su marco, así tendrás espacio adicional para lograrlo.
- Como última opción, puedes ‘volar’ tu sofá. Contacta a trabajadores especializados para que te ayuden a subir el mueble y pasarlo por ventanas, que generalmente son más amplias que las puertas.
Así que ya sabes, antes de comprar un mueble solo porque ‘está bonito’, considéralo dos veces. Checa sus dimensiones y asegúrate de que quepa por tus puertas, así no sufrirás al momento de llevarlo a casa.
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