El atún es uno de los alimentos básicos que todo mexicano guarda en su despensa, porque resulta práctico para las personas que no tienen mucho tiempo. Sin embargo, existen algunas cuestiones que todo consumidor debe de tomar en cuenta para evitar cometer algunos errores.
Y es que, si analizamos detenidamente, tanto los materiales en los que se guarda el atún, como su consumo, tienen repercusiones en el medio ambiente, y puede afectar nuestra salud y entorno. Es por ello que aquí te contamos la manera correcta en que se debe comer atún.
Tirar el aceite del atún al fregadero
Es muy común que cuando pensamos en preparar un platillo que lleve atún, los pasos a seguir sean, abrir nuestra alacena, destapar la tapa de la lata, tirar el aceite en el fregadero, servir el pescado, y finalmente tirar la lata. Sin embargo, muy pocas veces nos ponemos a pensar en las repercusiones que puede tener esta acción en el medio ambiente.
Y es que, de acuerdo con el blog “El medio ambiente y la otra mitad”, perteneciente al Área de Medio Ambiente, Planificación Urbanística y Ordenación de los Campus de la Universidad Politécnica de Valencia, tirar el aceite por el desagüe resulta altamente dañino porque 1 litro de aceite puede contaminar mil litros de agua. Además, también destruimos a las especies y ecosistemas pues el aceite vertido permanece en la superficie creando una película que dificulta o incluso impide el intercambio de oxígeno y el paso de la luz tan necesaria para la fotosíntesis.
Si el cuidado al entorno no te convence, debes saber que el aceite que se tira al fregadero se mezcla con detergentes y otras sustancias creando masas que obstruyen tus tuberías provocando problemas y malos olores.
Por lo anterior, lo mejor que podemos hacer para no afectar el medio ambiente es depositar el aceite en una botella de plástico. Cuando se llene la botella, podemos buscar centros de acopio verdes, en donde se especializan en tratar de forma adecuada el aceite usado. En la Ciudad de México existen diversos centros de acopio, incluso puedes ir a dejarlo a la central de abastos.
Limpiar bien la lata de atún
Es muy importante que antes de abrir un atún, tomes en cuenta que debes limpiar muy bien la lata ya que, como seguro sabes, ha estado almacenada en diversos lugares. Primero en las bóvedas de las fábricas, posteriormente en las de los almacenes, tiendas y supermercados hasta que finalmente llegan a tu alacena.
Como el proceso anterior es largo y, por lo regular, los encargados no limpian los productos, el riesgo de gérmenes y bacterias infecciosas que pueden llegar a dañar nuestra salud es alto.
Al respecto, el sistema de centros de investigación del Conacyt explica que la leptospira es una bacteria presente en la orina de roedores y otros animales que puede transmitirse al ser humano por contacto directo. Si bien, no existen estudios que prueben que la bacteria sobreviva en la superficie externa de una lata, es recomendable lavarlas para evitar cualquier clase de contaminación.
Una vez que la lata esté vacía, se recomienda enjuagar la también pues el olor de pescado puede atraer animales como ratones, y también a gatos y perros que pueden lastimarse buscando en los restos de la basura.
Además, el Conacyt también señala que las latas están conformadas por varias capas de materiales metálicos y recubrimientos orgánicos en su interior, cuando esta se golpea es probable que pierda su capacidad para proteger y conservar al alimento, por lo que es mejor revisar para evitar comprar las que estén abolladas.
Consumir en exceso atún enlatado
Comer atún es muy habitual entre la población, especialmente durante la cuaresma. Sin embargo, como en todo, el consumo en exceso hace daño.
La razón es que el atún enlatado contiene mercurio. Un artículo publicado por la Universidad de Chile señala que este se filtra al agua a través de biocidas y pesticidas, y termina en las especies marinas.
La Oficina de Evaluación de Riesgos a la Salud Ambiental (OEHHA), por sus siglas en inglés, advierte que los compuestos del mercurio presentes en el atún son sumamente tóxicos, especialmente para el sistema nervioso en desarrollo ya que daña el cerebro en su etapa de crecimiento y puede afectar el aprendizaje, la memoria y la atención, por ello recomienda consumir atún solo una vez por semana e intentar sustituirlo por pescados con niveles bajos de mercurio como la trucha, bacalao, salmón, sardinas o tilapia.
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