Los casos de violencia contra infantes y adolescentes que se han registrado en el presente año ya han cobrado varias vidas; el más reciente de ellos, una bebé de apenas seis meses, que murió en el fuego cruzado, cuando sus padres, se enfrentaron a balazos.
Ambos eran agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, una era policía y el otro, agente vial; se asesinaron luego de una discusión.
Hace una semana, un infante de 12 años, murió junto a otras cinco personas que se encontraban en un funeral.
Estos casos son la punta del iceberg de la inseguridad que este sector poblacional vive diariamente en nuestra ciudad, afirman especialistas en el tema de la niñez.
La falta de programas específicos para su atención, tanto de salud mental, como física y mejoras en las condiciones de su entorno, son el resultado de estas tragedias; decesos en los que ninguna esfera de gobierno se ha querido responsabilizar, aseguraron.
Los ataques en los que la ferocidad y la sangre fría de los agresores ha culminado con la vida de inocentes, solo deja en claro la apatía de los gobiernos por atender este grupo poblacional vulnerable, coinciden especialistas.
Violencia trastoca a los niños, lo más preciado de una sociedad
José Luis Flores Cervantes, especialista en temas de niñez y adolescencia, considera que la violencia que se vive actualmente en este sector poblacional, es un indicador de la falla de atención oportuna a la ciudadanía en su conjunto.
Te puede interesar: Al niño Diego lo mataron en un ambiente impactado por la violencia
“Lamentable que hoy se está trastocando la vida de niñas y niños; socioculturalmente hablando, el lugar que ocupan infantes es un referente de muchísima protección, esperanza y anhelo; y se está trastocando lo más preciado de una sociedad, que son las niñas y los niños”, dijo.
En este sentido hizo un llamado a los distintos niveles de gobierno, para que se ponga en marcha acciones que en verdad permitan amortiguar esta situación social.
La violencia contra la niñez no se ha podido ahuyentar, pese a los esfuerzos aislados. Los indicadores oficiales que tenemos en términos de violencia familiar, de agresión sexual, violación, de maltrato; ahí es donde nos dicen que la violencia contra niños y niñas no ha cesado, no la hemos podido contener, comentó.
Conjuntar fuerzas para romper la violencia
Para poder hacer frente a este fenómeno se requiere la convergencia de especialistas, de la academia, ir juntando todas estas fuerzas. Eso para hacerle frente a esa violencia instalada desde hace muchos años en la localidad, contra niñas y niños, dijo.
“Todas las instituciones deben trabajar en conjunto para hacer frente a esta violencia instalada desde hace muchos años”, mencionó.
Pese a la gravedad del problema, no existen propuestas concretas de cómo enfrentar esta violencia. Uno de los temas que ha sido desatendido es la salud mental, expresó.
Solo llamadas de auxilio
“Hay llamadas de auxilio donde nos volvemos solamente respondientes a una situación, pero no hay un programa de largo alcance”, comentó.
A esta situación se le suma los casi 20 meses sin estar en la escuela, de una disminución de los espacios de cuidado infantil, agregó.
A esta problemática se suma el rompimiento de los “códigos” entre bandas criminales que ya no respetan la vida de los niños y las niñas, añadió.
“Tenemos que invitarnos a ver esto como la punta de un iceberg, de una complejidad, de una vida muy adversa que se está gestando en estos momentos para la vida de niñas y niños”, apuntó.
Todo apunta a la impunidad
Para el profesor investigador de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), Jorge Balderas Domínguez, la violencia infantil no debe verse como un tema aparte.
“Este fenómeno no se puede ver de manera aislada, está conectado con el incremento de los índices de violencia en general”, dijo. Para el especialista, el tema de la impunidad, según citan algunos expertos, es clave para que estas situaciones sigan ocurriendo en el caso de ataques en espacios públicos, dijo.
“De alguna manera los perpetradores de este tipo de acciones, se basan en ello (impunidad) para poner un manto de incertidumbre sobre los hechos”, comentó.
“Como no hay un Estado de Derecho sólido, no hay investigaciones, no hay un seguimiento científico de este tipo de crímenes; de alguna manera ellos se amparan en esas circunstancias para que esas acciones sean llevadas al espacio público”, agregó.
Indicó que si bien es cierto la violencia se vive en general en todo el mundo, en esta ciudad se han presentado casos dramáticos que quedan impunes.
Más acciones efectivas, menos mediáticas
Balderas Domínguez refirió que tomando la experiencia en materia de seguridad en otros países, aquí se observan evidentes carencias en el tema de profesionalización.
“Podemos ver incluso con algunos países de Latinoamérica que hay una comparativa muy negativa para la sociedad mexicana. En muchos sentidos hay muchísimas carencias respecto a este proceso de profesionalización de los cuerpos policiacos”, mencionó.
“Lo que se hace es un despliegue de fuerza, de armamento, de efectivos, pero es un despliegue un poco en una lógica mediática”, agregó.
Sin embargo esa visión de mostrar a las corporaciones no va acompañada de los resultados, en materia de investigación; incluso en registros de ADN, lo que sigue alimentando el aspecto de la impunidad.
El especialista en temas de violencia, sugiere que este fenómeno se debe tratar de equipararse con otros contextos; refirió que la discusión sobre las distintas formas de violencia, se va haciendo más pública y es momento de hacer efectivos los convenios de violencia contra los menores.
“Que se socialice en todos los ámbitos, en el aspecto educativo, familiar en todos los espacios que se vaya construyendo una cultura de la legalidad, de respeto a los derechos de las minorías”, comentó.
Esta sería una estrategia de largo aliento, es decir, para que permeé en la sociedad, deberá trabajarse de manera ardua desde todos los sectores, sociales, manifestó.
“Podemos ver que estos actos son excesivos y condenables en todo sentido”, puntualizó.
Niños y niñas viviendo en violencia vs mitigación el daño
Para Catalina Castillo Castañeda, integrante de la Red por la Infancia, los crímenes donde cobran la vida de menores son resultado de la violencia que padecen, incluso en sus mismos hogares.
Indicó que desde la red de centros de cuidado y desarrollo infantil, se ha observado un incremento en la violencia contra niños y niñas.
“Hay un gran porcentaje de niños que están viviendo violencia; se refleja en su manera de actuación, su sentir, sobre todo”, comentó.
Al respecto, desde los centros de cuidado se ha trabajado en hacer labores de contención y mitigaciones del daño.
“Ahorita la organización se ha enfocado a mitigar los daños de esta violencia estructural, familiar y comunitaria que están viviendo las niñas y los niños”, mencionó.
Castillo Castañeda coincide con los especialistas, al señalar que los casos registrados en el preste año, son la punta del iceberg de la impunidad en la ciudad.
Ninguna instancia está poniendo en el centro a las niñas, a los niños, a las y los adolescentes para la generación de políticas públicas para la contención; pero también para un trabajo psicosocial, señaló.
Pandemia recrudeció la violencia contra menores
La portavoz de la Red por la Infancia indicó que durante los dos años que se han vivido de pandemia, se han incrementado los casos de violencia intramuros contra niños y adolescentes.
“Un dato importante que tenemos y que da la Fiscalía, es la apertura de carpetas sobre violencia sexual, omisión de cuidados y homicidios”, indicó.
En este sentido, refirió que tan solo en el 2021, se abrieron mil 25 carpetas donde las víctimas fueron niñas, niños y adolescentes.
Castillo Castañeda destacó la importancia de la reapertura de las escuelas, ya que estos son considerados espacios protectores de niñas, niños y adolescentes.
“Son espacios que generan seguridad, apoyo, que generan sociabilización para las niñas y niños y además es un derecho la educación”, mencionó.
Para la integrante de la Red por la Infancia, es momento de que los gobiernos consideren aportar recursos para la mitigación de los daños causados por la violencia ejercida por muchos años.
“Lo que se necesita son programas de contención psicosocial, programas de trabajo con psicólogos; trabajadoras sociales que puedan atender y mitigar los daños que están viviendo las familias”, indicó.
La especialista hizo un llamado a las autoridades para que centren la política pública de seguridad, salud, educación y cultura en las mujeres, niñas, niños y adolescentes.
Te puede interesar: Contaminación en Juárez rebasa la de CDMX en algunos sectores
“Hay una deuda histórica en Juárez para la atención, promoción de los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes”, puntualizó.
Este texto es original de El Norte Digital con quien Informe Confidencial tiene un acuerdo para publicarlo.
JGR