El cohete chino Long March 5B viaja sin control a una velocidad de 28 mil kilómetros por hora y tarda en completar una vuelta a la Tierra hora y media; la última previsión dice que entrará en la atmósfera la noche del sábado al domingo, a las 23:59 hora del Meridiano de Greenwich (GMT, por sus siglas en inglés), con un margen de error de más menos siete horas y 45 minutos.
Las estimaciones más certeras sólo se podrán hacer unas pocas horas antes del reingreso, que según los últimos cálculos a partir de observaciones y modelos matemáticos, los restos del cohete que podrían caer a la Tierra lo harían en algún punto de los paralelos 41.
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Es cierto, agregó, que en la zona que separa el paralelo 41 norte y sur se encuentra una parte de Europa y en concreto España, pero a día de hoy las posibilidades de que los restos caigan en superficie terrestre son muy bajas.
Tanto el Pentágono de Estados Unidos como el Servicio de Vigilancia y Seguimiento Espacial de la Unión Europea (EUSST) están monitoreando el cohete chino que está fuera de control y ven poco probable que caigan restos del mismo en zonas pobladas de la Tierra.
El cohete (un Long March 5B), que fue utilizado la pasada semana por China para lanzar al espacio uno de los módulos de su futura estación espacial, tiene una masa estimada que oscila entre las 17 y las 21 toneladas y un tamaño de unos 30 metros, lo que lo convierte en uno de los mayores trozos de escombros que entrarían en la atmósfera, de ahí su vigilancia continuada.
El EUSST está coordinado por el CDTI y tiene varios servicios en marcha, entre ellos el de vigilar objetos que vagan sin control y que podrían entrar en la atmósfera terrestre.
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Los radares europeos observaron el objeto chino entre 15 y 20 veces los últimos tres días y los datos últimos del radar español se enviaron ayer: ahora el cohete está en una órbita en la que no puede ser captado por este radar.
No es la primera vez que una nave china está en el punto de mira de servicios de vigilancia de todo el mundo.
En abril de 2018, el laboratorio orbital Tiangong 1, que estaba en desuso desde 2016 y que vagaba sin control por el espacio, entró en la atmósfera terrestre sobre el océano Pacífico sur.
En aquella ocasión, como en esta, se informó en tiempo real de la reentrada a los servicios de protección civil de toda Europa; se seguirán, por parte europea, actualizando las predicciones dos veces al día, tanto el viernes como el sábado.
Desde China, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Wang Wenbin, aseguró que “la mayoría de los restos del cohete se desintegrarán y se destruirán durante su reentrada en la atmósfera; es altamente improbable que causen ningún daño a la Tierra”.
JGR