Conoce la etnia que conviven con sus muertos

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La muerte es un proceso de la vida que cada cultura vive a su manera, mientras que en México realizan ofrendas a sus santos muertos en Toraja, Indonesia, conviven con el cadáver hasta que la familia se encuentre lista para dejarlo ir a su familiar. 

Según su religión las personas al fallecer reencarnan en otro ser humano, por lo cual para ellos, la muerte significa el fin de una etapa pero el comienzo de otra, por eso prestan peculiar atención a los funerales. 

Los Tana Toraja son la etnia más antiquísima de Asia y han conservado sus tradiciones intactas. 

Para la comunidad el momento más importante de su vida es la muerte, toda su vida se acumulan riquezas para ese momento. 

La familia tiene la obligación social de reunir dinero suficiente para agasajar a sus dioses que ayudarán a su familiar a transitar al otro mundo, si lo hacen bien tienen la creencia de que su difunto cuidara de ellos el resto de sus vidas.

Además del dinero para la comida, baile, hospedaje y licor, la familia debe esperar a que vengan sus familiares a la aldea, así vivan en otra comunidad, país o continente.

Pueden pasar meses e incluso años y durante este tiempo el cadáver dormirá en su propia casa, e incluso siempre tendrá un plato de comida y ropa.

Para conservar el cuerpo lo cubren con hojas de plantas y ungüentos tradicionales para evitar la descomposición y esté presentable para la ceremonia.

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Pero eso no es todo, se tiene la creencia de que el buey ayuda a las almas a transitar al otro mundo, por lo cual se entierran a los muertos junto con uno o varios ejemplares del animal que tienen un costo de dos mil a 20 mil pesos mexicanos, cada uno. En una sola ceremonia religiosa se pueden sacrificar hasta 30 ejemplares. 

Además deben de adornar la aldea y volverla acogedora para los invitados, lo que implica la construcción de casas nuevas y cómodas, lo mínimo que se tardan en realizar esta actividad son dos meses y puede alargarse hasta años. 

Los invitados cuando llegan ofrecen regalos a los anfitriones, los cuales los apuntan en una libreta y deben regresarlos a la familia cuando alguien de sus invitados muera. 

MGG