Emilio Lozoya como director de Pemex tenía dos ventajas muy importantes frente a sus predecesores: era cercano a Los Pinos y se hablaba de tú con el presidente; y estaba en la misma onda reformadora que Luis Videgaray, el entonces todopoderoso secretario de Hacienda.
La instrucción era sencilla: sacar del hoyo financiero a Pemex, acabar con el mercado negro de combustibles, recuperar producción y convertir a la empresa en referente mundial, tendría el dinero y el apoyo político para hacerlo.
Desde el principio fue claro Videgaray. La negociación política de la reforma energética estaba en sus manos y en las de Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, con un amplio contacto con los dos manejadores del Congreso de la Unión, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón.
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Lozoya inició una reconfiguración de Pemex de la mano de Carlos Roa Rodríguez como coordinador de asesores y de Froylán Gracia García, coordinador ejecutivo. El primero estaba a cargo de temas estructurales, el segundo de la relación político-institucional del director, hasta hoy no queda claro su papel, pero era hombre de todas las confianzas de Lozoya y resolvía “cosas” (lo que fuera) a su manera.
La mancuerna Lozoya- Roa hizo cosas como la creación de la Dirección de Procura y Abastecimiento, el 7 de mayo de 2014, para generar ahorros a partir de organizar las compras de Pemex, consolidarlas en una plataforma digital que pudiera ser consultada con total transparencia y que las licitaciones estuvieran tan lejos como un doble clic de una laptop en el café más cercano.
Estamos hablando de compras especializadas por unos 30 mil millones de dólares al año y la decisión fue nombrar a Arturo Henríquez Autrey, que venía del sector comercial, aunque al final renunció en septiembre de 2015, en medio del desastre por aparecer en una foto de 2013 con Amado Yañez, entonces dueño de Oceanografía, una empresa que Lozoya persiguió hasta desaparecer, pero eso lo contaremos después.
Henríquez Autrey, se dice, estuvo extraoficialmente en el armado de la compra de Agronitrogenados, en las conversaciones dentro de Pemex aunque es a Edgar Torres a quien le cae la pelota como asesor de la dirección, y el esquema era 475 millones de dólares para todo el proyecto, 275 millones para AHMSA y otros 200 para rehabilitar, la idea era hacer Pemex Fertilizantes como un negocio y se tenía el visto bueno de la SHCP..
¿Cómo AHMSA que estaba quebrada vende chatarra que estuvo parada 15 años a Pemex?
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Bueno, lo que sabemos es que justo esta explicación es una de las dudas a resolver por parte de la Unidad de Investigaciones Financieras de la SHCP, a cargo de Pablo Gómez, y que es un asunto que se arrastra desde la administración de Santiago Nieto que fue quien inició el proceso.
Hasta donde nos cuentan es este caso donde Emilio Lozoya deberá responder varias preguntas al respecto y, sobre todo, presentar pruebas de sus dichos y eso, se supone, deberá ser pronto.
Y hay otra explicación pendiente. La SHCP supo todo el tiempo del costo, hizo que la banca de desarrollo pagara el proyecto y fue parte del Consejo de Administración de Pemex Fertilizantes ¿A ellos la UIF le va a pedir explicar algo?
Twitter: @luiscarrujos
Vía: El Sol de México
JGR