La nueva etapa de justicia constitucional, todas las sentencias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) llegarán a la ciudadanía, transformando la realidad social a través del derecho, sostuvo el ministro Arturo Zaldívar.
“La próxima etapa de la justicia constitucional ha iniciado. En ella todas las sentencias de la Corte serán relevantes, cada fallo aprobado con la votación requerida, producirá un impacto en la totalidad del orden jurídico y llegará inmediatamente a la ciudadanía, transformando la realidad social a través de derecho”, indicó.
Asimismo aseguró que el siguiente paso en la evolución de la jurisprudencia mexicana es acabar con la pobreza y disminuir la brecha de desigualdad. “Como tribunal constitucional estamos llamados a convertirnos en un factor decisivo de cambio social”, sentenció
En el marco de la conmemoración de los 10 años de la reforma constitucional en materia de derechos humanos y amparo, el presidente de la Corte y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), Zaldívar dijo que se trata de una reforma que transformó la vida constitucional de nuestro país.
Asimismo, indicó que la reforma, que data de 2011, no se trata de un producto legislativo solamente, porque la Corte ha trabajado en los últimos 10 años, en su interpretación; “una reforma no es tal hasta que se interpreta. Pero quizás no haya un caso similar a éste, en que la gran diferencia en el alcance de una reforma haya sido el papel de los jueces constitucionales”.
También recordó que al promulgarse, la reforma fue considerada por muchos de sus autores como una reforma estética; paradójica en uno de los momentos de mayores violaciones a los derechos humanos.
Asimismo, tras una extensa revisión de los 11 ministros “llegamos a un consenso para conservar el bloque de constitucionalidad y darle un sentido transformador a la reforma. Desde ahí, no hay duda: los derechos humanos de fuente internacional son Constitución”.
Incluso, agregó Zaldívar, a través de su jurisprudencia, la Suprema Corte de Justicia de la Nación dejó atrás tiempos de autoritarismo, ha encauzado las controversias del poder político por la vía constitucional; y ha trabajado y unido voces desde diversos sectores sociales, desarrollando una rica y extensa doctrina sobre derechos humanos.
De esta forma, “la Corte ha cimentado una cultura constitucional de los derechos que es una vía idónea para pacificar los conflictos, para encontrar conciliación entre mexicanos y mexicanas”.
Por último, indicó que con cada sentencia, la Corte ha tejido un lenguaje de derechos centrado en la dignidad humana, confrontando prejuicios y dogmas arraigados en nuestra cultura jurídica.
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