En México algunos datos, incluyendo montos de salarios y prestaciones de funcionarios, ya son una obligación de transparencia, por lo que si existe alguna discrepancia en los datos, puedes pedir una aclaración a través de su Tres de tres
Ciudad de México.- Algunas iniciativas contra la corrupción no entregan los resultados que se esperan porque son operadas desde el gobierno, sin embargo, existen iniciativas ciudadanas cuyo éxito depende de que tanto nos involucremos como sociedad para hacerlas cumplir.
La ley anticorrupción 3 de 3 es un ejemplo de ello, pues, debido a que es una ley, todos los funcionarios públicos deben de presentar sus 3 declaraciones, la patrimonial que es una lista de sus bienes y de sus ingresos, la fiscal que es el comprobante de que han cumplido con sus obligaciones y la de intereses, que debe contener todas aquellas relaciones que puedan entrar en conflicto de intereses con su gestión como funcionarios públicos.
Pondremos un ejemplo claro de como es que nuestras acciones como sociedad pueden generar un cambio:
Delfina Gómez:
La abanderada de Morena, declaró ganar al año únicamente 1 millón 205 mil pesos y que no tiene otros ingresos ni inversiones; sin embargo, se descubrió que se autopagó un bono de 440 mil pesos cuando dejó la alcaldía de Texcoco y que descontó el 10% del sueldo quincenal de los empleados del Ayuntamiento de Texcoco para solventar su campaña política.
Esto significa que su declaración 3 de 3 tiene discrepancias importantes, que deben ser aclaradas cuando llegue a ser investigada por el delito de peculado electoral.
Tú puedes ayudar a presionar a las autoridades como la Fepade, para que actúen contra este acto de corrupción de varias formas:
- Visita el sitio tresdetres.mx, y revisa los datos
- Envía un correo a [email protected] denunciando la inconsistencia o comunícate a los números de TRANSPARENCIA MEXICANA
- (55) 5659-9991/ 96 RAFAEL GARCÍA: EXT. 103 MARÍA ZILLI: EXT. 111
Esta iniciativa está libre de los vicios del gobierno, pero depende de ti para generar resultados. Tienes una herramienta para hacer justicia, ahora te toca utilizarla.
