En 2019 comenzó el ciclo 25 del sol, el cual durará 11 años y alcanzará su punto máximo en 2025 terminando en 2030
Hace unos días, millones de toneladas de gas sobrecalentado se dispararon desde la superficie del sol y se precipitaron a más 90 millones de millas hacia la Tierra.
La erupción, llamada eyección de masa coronal, no fue particularmente poderosa en la escala del clima espacial, pero cuando golpeó el campo magnético de la Tierra, provocó la tormenta geomagnética más fuerte vista en años.
Las ondas geomagnéticas desatadas por las tormentas solares pueden paralizar las redes eléctricas, bloquear las comunicaciones por radio, bañar a las tripulaciones de las aerolíneas en niveles peligrosos de radiación y derribar satélites críticos.
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Cabe mencionar que el sol comenzó en 2019 su ciclo número 25, que tiene una duración de 11 años, su punto máximo será en 2025 y en 2030 terminará, además crece el espectro de un poderoso clima espacial que crea estragos para los humanos y amenaza el caos en un mundo que se ha vuelto cada vez más dependiente de la tecnología desde que golpearon las últimas grandes tormentas.
Por su parte, Caitlin Durkovich, asistente especial del presidente estadounidense Joe Biden y directora senior de resiliencia y respuesta en el Consejo de Seguridad Nacional, reprochó que “Todavía es notable para mí la cantidad de personas, empresas, que piensan que el clima espacial es una ficción de Hollywood”.
El peligro no es hipotético, en 2017, una tormenta solar provocó que las radios de radioaficionados se quedaran estáticas justo cuando el huracán Irma de categoría 5 azotaba el Caribe.
Recomendaciones para evitar daños por tormentas solares
Para evitar tal catástrofe, la administración del presidente Barack Obama estableció una estrategia para comenzar a crear conciencia sobre los peligros de las tormentas solares masivas y evaluar los riesgos que representan. El año pasado, el expresidente Donald Trump promulgó el proyecto de ley ProSwift, que tiene como objetivo desarrollar tecnología para mejorar el pronóstico y la medición de eventos climáticos espaciales.
Sin embargo, existe un debate entre los científicos sobre cuánto se puede hacer para proteger las partes vulnerables de la infraestructura del planeta de los efectos de las tormentas solares. Pasos como el uso de acero no magnético en los transformadores y la instalación de más protectores contra sobretensiones en la red podrían reforzar la resistencia, pero al final, la mejor defensa contra la catástrofe podría ser una mejor previsión.
Eso contribuiría en gran medida a ayudar a las empresas de servicios públicos a prepararse para la escasez y asegurarse de que haya caminos para respaldar sus sistemas en caso de que pierdan energía. En semanas, se pondrá en línea un nuevo modelo desarrollado por la Universidad de Michigan para ayudar a mejorar los pronósticos terrestres.
En el Reino Unido, National Grid está aumentando su suministro de transformadores de repuesto y realizando simulacros regulares para hacer frente a un evento meteorológico espacial importante, dijo Mark Prouse, subdirector del Departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial, un departamento ministerial.
En los últimos 15 años, los Estados Unidos y el Reino Unido han construido centros de pronóstico del clima espacial que brindan perspectivas diarias sobre lo que puede provenir del sol para las aerolíneas, las redes eléctricas, los propietarios de satélites y cualquier otra persona amenazada por las erupciones solares.
LM