La entidad responsable de monitorear los precios de los productos y servicios, es el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) a través del Índice Nacional de Precios del Consumidor (INPC), el análisis de la institución arroja que antes de la pandemia los precios de productos de belleza y servicios estéticos costaban 50 por ciento menos.
Cuando nos referimos a servicios estéticos hablamos los que son dirigidos para hombres y mujeres, entre los que se encuentran: manicura, pedicura, cortes, aplicación de uñas acrílicas, tratamientos capilares, tintes de cabello y barba.
Dos ejemplos de este escenario serían los casos de una aplicación de tinte en cabello corto de mujer en el año 2019 costaba 310 pesos, en la actualidad tiene un costo de 410; el segundo ejemplo pero ahora en un servicio dirigido a los hombres sería un corte de cabello y barba, en el 2019 costaba 200 pesos, en la actualidad el precio mínimo ronda en los 300 pesos y sin propina.
Además artículos cosméticos como el maquillaje, también han sufrido un aumento que va del 12 al 27 por ciento dependiendo el producto.
Ante tan trágico escenario económico las mexicanas, que son el principal mercado de la belleza, no han optado por desistir de su consumo, en realidad prefieren seguir consumiendo aunque eso implique cambiar de marca a una más económica o de menor calidad, pues el maquillaje de lujo es el único que reporta caídas en los niveles de consumo.
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Otra opción ha radicado en no recurrir a los servicios con la misma frecuencia, es decir si una mujer se cortaba el cabello cada tres meses ahora lo realiza cada seis.
Incluso algunas personas se han aventurado a aprender el oficio con tal de no seguirlo consumiendo a un precio sobre girado, ya sea de forma autodidacta con puros tutoriales de Tik Tok o YouTube o de manera profesional pagando cursos y capacitaciones.
MGG
