Cristian Oyarce Urbina no fue aceptado en la UNAM pese a contar con una evaluación casi perfecta en su examen de admisión a preparatoria, debido a que la Secretaría de Educación Pública (SEP) emitió su certificado de secundaria a destiempo, culpando a la pandemia.
De acuerdo con Grupo Imagen, este caso es similar al del año pasado, en que Lorena González vivió una historia similar después de obtener 98 aciertos en el examen de la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems). Fue aceptada en el CCH Sur hasta que interpuso un amparo judicial y un juez ordenó respetar su lugar.
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Año con año, estudiantes de excelencia padecen la misma historia, porque sus certificados de secundaria se emiten a destiempo, ya sea por culpa de la SEP, de las escuelas privadas o de ambas. Y la Comipems, luego de publicar los resultados del examen, sólo les da tres días a los alumnos para poder presentar el documento.
Los alumnos de secundaria de excelencia pierden el lugar que ganaron en las instituciones más demandadas de la UNAM porque, al no presentar el certificado, la Comipems lo toma como si fuera un 6 de promedio, cuando la máxima casa de estudios solicita un mínimo de 7. La única solución que les dan es volver a hacer el examen de colocación a bachillerato para el próximo año.
“Cristian tenía un promedio de 9.2 en secundaria y 109 puntos de examen Comipems, perfectamente le alcanzaba para la opción que quería, que era la Preparatoria 8. Nos comunicamos con la escuela y nos dijeron que sí habían hecho todo el trámite, sin embargo, el certificado no había sido expedido, pues se había atrasado por covid”, explicó Franco Oyarce, papá de Cristian.
La escuela en la que estaba Cristian, el Colegio Ciprés, ubicado en la alcaldía de Cuajimalpa, inició el trámite de emisión del certificado.
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El proceso para la emisión de los certificados es el siguiente: el Colegio Ciprés envía la información de los alumnos a la Dirección Operativa de Zona 1 a la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México (AEFCM) y esta institución, a su vez, al Centro de Desarrollo Informático Arturo Rosenblueth (CDIAR), donde se genera el link para descargarlo de manera digital.
“El día miércoles 4 de agosto salió el certificado y lo estaba esperando en una papelería para poder imprimirlo y llevarlo de inmediato a Educatel, el único lugar donde podía encontrar a la gente de Comipems, pero desde que llegamos nos dijeron que no, que ya no se podía, que había pasado el periodo de tres días para hacer la reasignación del plantel, y la única alternativa que nos ofrecieron para Cristian era volver a presentar el examen de colocación al bachillerato el próximo año”, lamentó el tutor de Cristian.
En declaraciones al diario Excélsior, Cristian consideró muy injusto quedarse sin el lugar que se ganó en la Preparatoria 8, luego de un año de haber estudiado intensamente la guía de la UNAM.
“Fue muy injusto. Si es tan común, ¿por qué las autoridades educativas no lo arreglan? Me tocó la Prepa 8 y me gustaría que me respetaran ese lugar”, expresó.
Además, para la familia de Cristian esta noticia cayó fatal, porque sus padres, ambos chefs de catering, se quedaron sin trabajo debido a la pandemia.
Debido a la crisis financiera que atraviesa la familia del estudiante, el despacho Trusan & Roma trabajará su caso de manera probono.
“Me parece que hay una indiferencia total por parte de la Secretaría de Educación Pública, al no haber expedido de manera oportuna un certificado de secundaria”, afirmó Rodolfo Martínez, socio de Trusan & Roma.
Después de haber hablado con el abogado Martínez, haber escuchado sus derechos y conocer el caso de Lorena González, Cristian decidió ampararse y pelear para recuperar el lugar que se ganó en la UNAM, a través de la vía legal.
JGR
