Todo comenzó hace 22 años para Silvia quien convirtió su casa en un albergue de perros, el cual lleva por nombre “La Casa del Mestizo“, ubicado en la colonia Roma.
La activista destacó que la gran mayoría de los 120 perros que hoy refugia son negros y mestizos, los cuales, lamentablemente, la gente que adopta evita ejemplares con estas características.
Para ella no es importante que la gente reconozca su labor, reiteró que lo más importante es atender a los perros que rescata, muchos de ellos en lamentables condiciones, como “Güera”, con quien comenzó todo, a quien rescató tras encontrarla atropellada en una avenida, y vio cómo se arrastraba y nadie hacía nada por ayudarla.
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Hoy a pesar del enorme reto físico y económico que implica la atención de su casa-albergue, aún rescata perros, sobre todo en el municipio de Chimalhuacán, en tono de broma dice que cuando tiene que ir “va con los ojos cerrados” para no regresar con decenas de ellos.
Las personas que quieran adoptar un perro, primero investiga de que alcaldía viene, ya que si vive en demarcaciones como Iztapalapa o Gustavo A. Madero, quedan descartados automáticamente.
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Cristian es uno de los tres jóvenes que ayudan en el albergue, cuenta que a diario se tiene que lavar los patios en donde toman el sol, tiempo que aprovechan para limpiar sus camas, prácticamente todos los espacios de la casa están habitados por caninos.
La activista destacó que lo más complicado y caro es alimentarlos, por eso cuando alguien quiere hacer una donación siempre sugieren alimento o dinero en efectivo para comprarlo.
JGR
