La actriz Regina Blandón es una de las figuras que recientemente ha participado en series y películas del cine nacional, pero a pesar de ser muy querida por el público no se salvó de las críticas, ante esto hizo fuertes declaraciones demostrando que ¡sí es una niña normal!
Luego de que la joven que saltó a la fama con el papel de ‘Bibi’ en el programa “La Familia Peluche”, compartiera una imagen de su abdomen para presumir su nuevo tatuaje, no faltó el “troll” que la atacó diciendo que “estaba enseñando la lonja”.
La actriz explotó ante este comentario y a través de una nueva imagen en la que se le ve en lencería, publicó un texto que ha hecho reflexionar a sus seguidores.
El otro día me comentaron en una foto: “enseñándonos la lonja” y no he parado de pensar en lo dlv que estamos. Advertencia: este post no es para que me digan “no, pero no hagas caso, no, pero así te ves bien”, no me estoy tirando al piso para que los likes me reanimen o porque quiero atención. Es por si alguien también le habla de la chingada a su cuerpo por no verse de cierta forma (la que cada quien haya idealizado para sí mismo) y para apapacharnos un poco más.
Estas me las tomé hace poquito mientras me arreglaba (qué palabra de la chingada usamos para hablar de cuando nos maquillamos o nos peinamos, como si antes uno estuviera descompuesto). Estaba cantando y bailaba sola y estaba muy contenta y dije “mira, me siento guapa hoy, la verdad” y me tomé las fotos y seguí con mis actividades. Y las vi al día siguiente cruda y en chinga dije: “es que qué huevos: se me ve gorda la pierna, es que la panza, es que la lonja de atrás, es que debería estar más flaca, es que por qué no le echo más ganas, bla bla bla…” Y así he sido toda la vida conmigo. Diario me levanto a pesarme y no saben lo dlv que me hablo. Y desde muy chiquita me dicen: “bueno, es que a lo que te dedicas tú SIEMPRE tienes que verte de cierta forma, siempre te tienes que cuidar, siempre “arreglada”, siempre fit y “ay, qué bueno que enflacaste te ves MUCHO mejor”, etc etc etc etc… Y no estoy en contra de ello, pero cuando uno no está en ese mood, o subió un poco de peso, o no tiene cierta complexión aunque le eche todas las ganas del mundo, o nomás no le da la vida para estar “de cierta forma”, no tiene por qué sentirse de la chingada, ¿no?
Cuando tengo un casting, lo primero que pienso en automático (y no es superficialidad, son años de operar así) es: “qué me voy a poner para que no se me vea alguna “lonja””, en vez de pensar en lo que más me pinches gusta hacer que es actuar. No me estoy haciendo la vístima, en lo más mínimo, es poner afuera que nos podemos ver como queramos, que nos tenemos que tirar más buena onda (sobre todo a nosotros mismos) y que chasm quien quiera opinar sobre el cuerpo del de al lado (empezando por mandarnos a nosotros mismos alch). Ya no cabe más texto jajaja.
De esta manera Regina dio una poderosa lección de amor propio, pues es sabido que en varias etapas de su vida ha tenido que lidiar con su peso para poder encajar en los “duros” estándares de belleza.
También lee: “Pongo las manos en el fuego por mi padre”; responde Alejandra Guzmán a Frida Sofia