En los últimos años se han escuchado varios casos de discriminación hacia las personas que tienen tatuajes. El caso más reciente lo sufrió un hombre de 37 años que trabaja como maestro en París.
Sylvain Hélaine ha trabajado como maestro por más de diez años en Francia y durante ese tiempo ha cambiado su cuerpo llenándolo de tatuajes, pero recientemente le fue prohibido dar clases a niños menores de seis años debido a su aspecto.
A pesar de tener toda la disposición para seguir con su vida, común y corriente, el hombre ha tenido que enfrentarse a la discriminación.
Hélaine es profesor de un jardín, pero en los últimos días tuvo que ser trasladado de institución debido a que un padre de familia se quejó porque su hijo, de tres años, se asustaba con verlo, tanto así, que le causaba pesadillas.
“Se quejó con sus padres y ellos escribieron una carta a mi jefatura diciendo que yo era un hombre radicalizado”, explicó el docente.
Cabe aclarar que el pequeño no tenía clase con él, al parecer, lo veía en los pasillos y se asustaba al verlo.
Sin embargo, el hombre tatuado dice que tenía muy buena relación con los papás de sus alumnos.
En un medio francés, Helanie aseguró que “Mi apariencia no es un obstáculo en el día a día, porque creo que soy un buen maestro, hago lo mejor que puedo en mi trabajo y progreso de año en año”.
Tiempo después de lo ocurrido, Sylvain recibió malas noticias. A partir de ese suceso, no podrá seguir como profesor en los jardines.
El maestro indicó que los niños que conviven con él van aprender a tolerar a los demás cuando sean adultos, “es menos probable que sean racistas u homofóbicos, y no mirarán a las personas discapacitadas como si fueran algo de un circo”.
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