En el último año el número de suscriptores en OnlyFans ha ido en aumento, pero una maestra casi lo pierde todo al incursionar en la plataforma en la que se publican imágenes y videos íntimos.
Amy Kupps, de 32 años, era maestra y tenía siete años impartiendo clases de historia a niños entre 12 y 13 años de edad en una escuela de Charlotte, en Carolina del Norte, Estados Unidos.
Si bien amaba su profesión como maestra, siempre quiso ser actriz o aparecer en la revista Playboy, pero la vida la llevó a dar clases. No obstante, decidió abrir su cuenta de Instagram para publicar selfies como si se tratase de una figura pública.
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Después de ver el éxito que tenía en dicha red social, en 2019 su esposo le recomendó que abriera su OnlyFans, para que pudiera ganar más dinero. Él se comprometió a encargarse de ser su fotógrafo personal y juntos ideaban cuáles serían los contenidos que publicarían.
Con esta nueva oportunidad sus ganancias llegaron hasta por 150 mil dólares (casi 3 millones de pesos mexicanos) en la plataforma.
Sin embargo, lo que parecía ser una buena historia de compañerismo, se convirtió en un martirio para su matrimonio. De acuerdo con Amy, nadie de su familia, amigos y colegas, sabían de su doble vida, pero luego de que su esposo no soportara el hecho de que varios hombres le dieran detalles más costosos que los suyos, las cosas se complicaron y terminaron divorciados.
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“Mi esposo no podía soportar que hubiera hombres en línea que me mimaban con regalos mucho más caros que él”, explicó.
A un año de haber comenzado a subir contenido a OnlyFans, es decir en 2020, y después de su separación, recibió una llamada del director de la escuela en la que trabajaba y le pidió hablar con ella.
Lo que se venía era una gran traición de su ex pareja. Pese a que ella indicó que sabía a lo que se enfrentaba durante la reunión con el director, se sentía avergonzada de que sus colegas supieran de su doble vida.
“Creo que sabía de qué se trataba incluso antes de llegar a la reunión. Fue incómodo. Estaba temblando con lágrimas y sentía vergüenza. Me hicieron sentir tan pequeña y repugnante”, recordó.
Fue su ex esposo quien acudió con el director de la escuela para informarle a lo que se dedicaba su esposa en tiempos libres y aunque al principio sólo la suspendieron, la situación era incómoda con sus compañeros y con los padres de familia, por lo que terminó por renunciar.
AE