Con motivo del Día de la Candelaria, miles de católicos visten a sus imágenes del Niño Dios para que sean bendecidos en las iglesias el 2 de febrero.
Este año uno de los modelos más solicitados es el de “Doctor Jesús” que puede encontrarse con vestimentas similares a las que usan los trabajadores de la salud en México para combatir el Covid-19 con cubrebocas y careta incluida.
En la calle de Talavera, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, los aparadores de las tiendas se llenan de figuras de Niño Dios vestidos con sus mejores galas como si se tratará de un desfile de modas la gente podrá elegir entre ropa de bebé tejida a mano, mamelucos y ropones bordados o llenos de lentejuela.
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Los ropones de tela son los más solicitados y sus precios van desde los 140 hasta los 280 pesos para las figuras de 20 y 35 centímetros. Aunque el precio puede aumentar hasta los 600 pesos para las figuras de más de 40 centímetros y el estilo del vestido.
Además del vestido se incluye los zapatos o huaraches, corona o resplandor y objetos decorativos que porta el santo al que hace homenaje el Niño Dios.
A marchas forzadas trabajan también, en estas calles, los restauradores para dejar como nuevas las figuras del Niño Dios.
Roció Hernández confía que este año les vaya bien, “el año pasado no nos dejaron poner y después de la pandemia por primera vez estamos volviendo a trabajar”.
Comentó que cada año durante este mes reciben en promedio unas 300 figuras a las que hay que remozar “porque la gente quiere mantener a su mismo Niño Dios y prefiere que se lo reparemos a comprar uno nuevo. La gente se encariña con su figura”.
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Los costos de una reparación va de los 100 a los 500 pesos, dependiendo de lo que se tenga que restaurar; aunque lo más solicitado es el arreglo de dedos y un baño de pintura en general.
El Día de la Candelaria es la rememoración de la Purificación de la Virgen María; por lo tanto, se recuerda el momento en que María, junto con su hijo Jesús, se presenta en el templo con candelas (velas).
JGR
