Al principio expertos creyeron que el fósil hallado en Venezuela pertenecía a un perro, pero luego de 15 años de investigación hicieron el gran descubrimiento.
Pese a que el fósil fue encontrado el Breal de Orocual (Monagas) en abril del 2007, fue a principios de enero del 2022 que los paleontólogos venezolanos y americanos lo describieron oficialmente como una nueva especie de lobos que vivió hace más 2.5 millones de años.
Este animal recibió el nombre científico de Protocyon Orocualensis y es considerada una de las especies de lobo más antigua que se ha descubierto en Suramérica.
Protocyon orocualensis, es una nueva especie de lobo que fue encontrada en las cercanías de Maturín, en Venezuela, y es considerada como la más antigua que se ha conocido en todo Sudamérica.
Aunque su fósil fue hallado en el Breal de Orocual, del estado de Monagas, en abril de 2007, no fue hasta enero de 2022 que el espécimen se describe de manera oficial por un grupo de paleontólogos venezolanos y americanos.
Este estudio fue realizado por Ascanio Rincón, jefe del Laboratorio de Paleontología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC); el paleontólogo argentino Damián Ruiz-Ramoni, autor principal del descubrimiento; y el doctor estadounidense Xiaoming Wang; quienes afirman que el animal se extinguió hace 2.5 millones de años en los llanos venezolanos.
De acuerdo con los investigadores, esta especie similar a un perro de monte vivió durante algún tiempo en el oriente de Venezuela, específicamente en las sabanas de Maturín del estado de Monagas. Poseía un rostro corto y una mandíbula bastante fina a diferencia de otros linajes de lobos gigantes que vivieron en América. Su peso era de aproximadamente 23 kilos y su hallazgo data del Plioceno Tardío (hace más de un par de millones de años).
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Dicha investigación sobre el fósil de lobo extinto tomó alrededor de 15 años de estudio, en el cual Rincón fue el encargado de desenterrar la pieza de la mandíbula encontrada en el Breal de Orocual. Los científicos creen que el Protocyon orocualensis se trataba de un hipercarnívoro, ya que su dieta se basaba en 70 porciento consumo de carne y probablemente hasta de huesos.
Según el paleontólogo los cánidos son una familia de mamíferos carnívoros al que pertenecen lobos, zorros, coyotes, perros domésticos, etcétera, los cuales se desarrollaron en Norteamérica y emigraron al Sur de América a través del levantamiento del Istmo de Panamá hace 3.5 millones de años.
El Protocyon orocualensis forma parte de este grupo como un lobo gigante, y su hallazgo confirma la existencia de un nuevo linaje de cánidos y un cambio en la fauna que permite conocer un poco más sobre el camino evolutivo que han tenido estos animales ancestrales en el continente americano.
En la actualidad, no se sabe con exactitud cuál especie o género fue el que ingresó a Sudamérica y se diversificó en los diferentes géneros de cánidos pertenecientes a esa región. Es por ello que los científicos creen que el ancestro de Protocyon orocualensis fue el linaje que le dio origen al género Theriodictis y al linaje de Protocyon, de ahí la importancia de este descubrimiento.
Además, algunos restos del género Protocyon han sido encontrados en el yacimiento de fósiles llamado “Mene de Inciarte” dentro de la Sierra de Perijá, estado Zulia, occidente de Venezuela, incluso se han podido hallar huesos de estos animales en los países de Brasil, Argentina, Bolivia y México.
Según Rincón, el proyecto paleontológico de El Breal de Orocual sigue en funcionamiento desde hace más de 14 años y apenas se ha logrado explorar su superficie, sin embargo, sufre continuamente de atrasos y pausas debido a acciones burocráticas y falta de permisos para continuar investigando.
LM