¿Eres de los que batallan para bajar de peso, o logras bajar y poco tiempo después vuelves a subir? Esto podría deberse a que tenemos malos hábitos alimenticios en nuestra vida diaria y terminamos adoptando costumbres que no ayudan a nuestro metabolismo, ocasionado que engordemos o que no se vean los esfuerzos que se hacen para quitar los kilitos de más.
Por ese motivo te compartimos una lista con los malos hábitos que nos hacen aumentar de peso o que no nos ayudan a bajarlos, sobre todo en esta época en la que vivimos encerrados por la pandemia de Covid-19.
Hábitos que nos hacen engordar
Saltarte el desayuno: No desayunar es un mal hábito que te puede hacer engordar debido a que al pasar mucho tiempo sin alimento el cuerpo empieza a almacenar grasa y se alenta el metabolismo.
Lo ideal es desayunar máximo una hora después de que te levantes e incluir los 3 grupos alimenticios en él, carbohidratos, grasa saludable y proteína.
No dormir lo necesario: El no dormir al menor 8 horas al día, ocasiona un desbalance de las hormonas que te producen el apetito se ve afectado, y podrías sentirte más hambriento durante el día.
Además, no dormir lo suficiente provoca que la cantidad de cortisol en tu cuerpo aumenta haciendo almacenes grasa con mayor facilidad.
Por lo que es necesario que procures dormir las horas que tu cuerpo necesita para un descanso de verdad y haz un horario en el que te duermas y despiertes a la misma hora.
Comer rápido: Muchos cometemos el error de, por las prisas o costumbres, comer demasiado rápido; sin embargo, esto es algo contraproducente debido a que la digestión, empieza en la boca y cuanto más mastiques la comida más fácil será para tu organismo digerir y tener una mayor sensación de saciedad.
Comer fuera de casa seguido: Al ir a restaurantes (sobre todo de comida rápida) es común consumir una mayor cantidad de alimentos o con propiedades calóricas más elevadas, por lo que es recomendable cocinar en casa cuando tengas oportunidad y preparar tus alimentos un día antes para poder seguir tu régimen en los días de escuela o trabajo.
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No tomar suficiente agua: no beber muchos líquidos, es otro hábito que nos ayuda para bajar de peso, pues tu organismo acumula toxinas que deben ser expulsadas por la orina. Por ese motivo para mantenerse hidratados y cuidar el buen funcionamiento de tu metabolismo debes tomar por lo menos 2 litros de agua al día.
Sin embargo, no es correcto hacerlo solo en una o dos tomas sino hacerlo durante toda el día, tomando aproximadamente 250 ml (lo que corresponde a un vaso) cada hora y evita tomar bebidas con azúcar añadida o refrescos, sólo tomar agua natural o infusiones.
Consumir comidas procesadas: es importante evitar a toda costa las comidas procesadas que vienen en lata y cajas, ya que estos alimentos contienen una gran cantidad de aditivos e ingredientes para preservarla que resulta sumamente dañina a tu salud.
Vivir bajo estrés: entre más estresados estamos, es más probable que comamos mal, pues esto provoca el “hambre emocional” y hace que te lances a la comida chatarra o repleta de calorías para calmar tu ansiedad, entre estos papitas, dulces o galletas.
Para evitar comer por estrés o como reacción a una mala situación, los expertos recomiendan mantener un diario de comida donde apuntas todo lo que comes, es así como crearás más conciencia sobre lo que consumes.
Sedentarismo: Aunque la alimentación es uno de los principales puntos a tomar en cuenta para bajar de peso, es necesario mantener un estilo de vida activo, pues de lo contrario nos hará subir de peso.
Por lo menos, es recomendable realizar de 20 a 30 minutos de ejercicio, puedes caminar, pasear, montar en bici o si esto te parece muy complicado, sube las escaleras a pie en vez de tomar el elevador.
Síndrome del comer perfecto: cuando hacemos dietas estrictas tendemos a eliminar muchos alimentos de nuestra vida, pero esto provocará que eventualmente sucumbas y te sientas culpable. Mejor procura incluir en tu dieta todos los grupos de alimentos en las porciones adecuadas.
Evitar la sal y azúcar: para bajar de peso o evitar subir, es importante eliminar el hábito de comer nuestros alimentos con mucha sal o azúcar; el primero favorece la retención de líquidos y el sobrepeso y el exceso del segundo activa la insulina.
Tu paladar se puede educar tanto para el azúcar como para la sal. Acostúmbrate a leer las etiquetas para seleccionar los alimentos que menos contenido tengan de azúcar y de sal.
AE