Un padre de familia se vió en severos aprietos cuando su hijo pequeño no dejaba de llorar durante un vuelo de más de seis horas.
Los pasajeros en lugar de molestarse, tuvieron empatía y empezaron a cantar y bailar la canción favorita de la mayoría de los niños la cual es “Baby Shark”.
El viaje que partió de Dubái, Emiratos Árabes tuvo como destino el país de Albania en Europa.
Tal parece que el truco funcionó y el niño logró tranquilizarse.
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Pero es que no es una sorpresa que los niños, sobre todo los bebés o los que es su primera vez volando, se ponen muy nerviosos y lloran, más cuando son viajes largos.
Por este motivo es común que en los vuelos no dejen dormir al resto de los pasajeros, los cuales lamentablemente, la mayoría de las veces reaccionan de manera hostil.
Pero este no fue el caso de esta amable tripulación donde los pasajeros unieron fuerzas y lograron un objetivo en común.
MGG
