Se ha vuelto tendencia, una nueva alternativa ecológica para despedir a los seres queridos. Se trata de convertir los restos cremados de personas fallecidas en arrecifes artificiales que ayudarán a “rejuvenecer” los océanos.
Eternal Reefs y Memorial Reefs son los grupos que se han encargado de llevar a cabo este proyecto, con el objetivo de tener una alternativa ecológica al entierro tradicional, ofreciendo una nueva manera de retribuir a los sistemas de arrecifes después de la vida.
“Ayuda a las familias, comunidades, y al ambiente, creando arrecifes artificiales con restos cremados. Cuando conviertes los restos cremados de un ser querido en un monumento acuático, aumentas la generación de corales y de biomasa marina. La memoria de tu ser querido se convertirá en un tesoro para las futuras generaciones”, se puede leer en el sitio oficial de Memorial Reefs International.
Los restos cremados son incorporados en una bola de arrecife y se sumerge en el fondo del mar; una vez ahí, los familiares y amigos de la persona difunta tendrán las coordenadas GPS con la ubicación exacta de la tumba para que puedan ir a visitarla.
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Estas bolas de arrecife tienen más de un metro de alto y dos de ancho, están hechas de hormigón de pH neutro y pesan entre 250 y 1800 kg. Al tener una superficie rugosa, permite que crezcan plantas y animales marinos como corales y algas.
Este diseño se inició en 1980 por un grupo de buzos de la Universidad de Georgia.
Este servicio se encuentra en aguas estadounidenses, pero están construyendo nuevos arrecifes en distintas ubicaciones que necesitan de esta ayuda, entre ellas seleccionaron a Mérida, Yucatán.
Hasta ahora han colocado tres mil arrecifes en 25 sitios diferentes, en las costas de Florida, Maryland, Nueva Jersey, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Texas y Virginia.
El costo de esta alternativa está entre los tres mil y cinco mil dólares.
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático ha advertido que la gran mayoría de los arrecifes del mundo están en riesgo a causa de la acidificación de los océanos provocado por el calentamiento global, la contaminación y sobrepesca.
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A pesar de que esta tendencia tiene como objetivo la reposición de los sistemas de arrecife, algunos ambientalistas han llamado a este servicio como “efectistas”; argumentando que la cremación libera 400 kg de dióxido de carbono a la atmósfera por cada cuerpo y que el hormigón con el que están hechos estos arrecifes representa el 8% de las emisiones de CO2 en el mundo.
“Cuando tienes arrecifes artificiales que contienen restos humanos, imagina la consternación que habría si esa área fuera arrasada”, crítica Murray Roberts, profesor de biología marina de la Universidad de Edimburgo.
Otra compañía de Florida llamada Neptune Memorial Reef, cuenta con un proyecto parecido donde ofrecen la creación de estructuras para arrecifes a partir de concreto y restos cremados, con costos más económicos a partir de los 1,295 dólares.
AAM
