INOPORTUNO QUE LA SEP CONVOQUE A UN ANÁLISIS DEL PLAN Y PROGRAMAS DE ESTUDIO PARA EL DISEÑO DE LOS LIBROS DE TEXTO GRATUITOS

Compartir en email
Email
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en facebook
Facebook
Compartir en whatsapp
WhatsApp
Compartir en telegram
Telegram
  • La Convocatoria está alejada de la realidad, ya que en estos momentos aqueja al Sistema Educativo el innegable empobrecimiento de los aprendizajes de los estudiantes.
  • Es más urgente implementar estrategias para recuperar al millón de alumnos que en los diferentes niveles educativos han decidido dejar la escuela.

La Convocatoria para realizar el análisis del Plan y Programas de Estudio para el diseño de los libros de texto gratuitos para la Educación Básica nos arranca en Educación con Rumbo, diversas reflexiones:

Las primeras de ellas se relacionan con la pertinencia de esta reforma:

a) Pensamos que está alejada de la realidad, ya que en estos momentos aqueja al Sistema Educativo el innegable empobrecimiento de los aprendizajes de los estudiantes, por lo que nos parece poco oportuno distraer recursos y tiempo para pensar en nuevos Planes y Programas de Estudio y mucho menos nuevos materiales educativos. Los
inconclusos y empobrecidos aprendizajes que reportan los maestros, nos debería llevar a atender primero esta urgencia.

La forma en que la SEP convocó al rediseño de los libros de texto gratuitos muestra lo poco profesional que son las autoridades encargadas de brindar educación a la niñez mexicana.

b) Otra necesidad que debería atenderse es recuperar al millón de alumnos que en los diferentes niveles educativos has decidido dejar la escuela, por qué no destinar esfuerzos para motivar a las familias y a los estudiantes a regresar a las aulas.

Las segundas reflexiones son de carácter metodológico:

c) Un cambio del Plan y Programas de estudio debe estar antecedida de un diagnóstico que avise de la urgencia de reorganizar los contenidos de aprendizaje. La última reforma educativa se empezó a implementar en 2017, con tres años que antecedieron a una fina construcción de la malla curricular. El ejercicio que hoy observamos parece ser que avanza con procesos paralelos, por un lado, se presenta una propuesta de Asignaturas para cada nivel educativo, y de forma paralela el levantamiento de opiniones en las asambleas y simultáneamente esto alimentará la elaboración de los libros de texto.

d) Deseamos que la convocatoria no sea un mero acto de legitimación de una propuesta y materiales que ya están elaborados.

e) Nos llama la atención que el 24 de marzo del año en curso con la última asamblea en La Paz, Baja California Sur, aún no conozcamos cómo considerarán todas las aportaciones (han sido miles en las que pudieron transmitirse por las redes sociales) para reconsiderar las asignaturas del Plan y Programas de Estudio y cómo se tomarán en cuenta para la elaboración de los libros de texto; pero más complicado aún, cómo se incorporarán para que los libros estén diseñados, impresos y distribuidos en agosto. Las fechas no las conocemos y los tiempos son sospechosos.

f) Las preguntas que se han elaborado en las asambleas no parecen pertinentes para ayudar a identificar los enfoques que deberán permear las estrategias que se incorporarán en los materiales educativos.

Las terceras son sobre la implementación:

g) Los maestros están agotados, y si este Plan y Programas, así como los libros de textos aparecen en agosto, antes de iniciar el ciclo escolar 2022-2023, esto supondrá que deberán destinar mucha energía para conocerlos y manejarlos; pero además deberán atender el rezago educativo, si nos parece un despropósito de implementación.

Las cuartas obedecen a una reflexión sobre el impacto:

h) ¿Quién dice que un cambio de Plan de Estudio, o de Programas o de Libros de Texto garantice el cambio de las prácticas de aula de los profesores; nos hubiera gustado ver políticas educativas que enriquecieran el trabajo de los maestros, políticas que ayudaran al equipamiento de las escuelas, políticas que generaran materiales diferenciados para los diversos contextos del país para atacar los retrasos de aprendizaje de los estudiantes, políticas que redujeran las brechas que se abren cada vez más, incluso en alumnos de las mismas escuelas, políticas de actualización permanente de los maestros, políticas que integraran todos los espacios de formación inicial de profesores a la actualización permanente de los que ya están frente a grupo, políticas que visibilicen lo que se está haciendo bien en las aulas mexicanas, etc., etc. Los actores educativos seguimos esperando eso, esto sí cambia y transforma las escuelas.

La forma en que la SEP convocó al rediseño de los libros de texto gratuitos muestra lo poco profesional que son las autoridades encargadas de brindar educación a la niñez mexicana.

Educación con Rumbo lleva en su nombre en lo que insistiremos enfáticamente; que los cambios que se hagan marquen un camino, una ruta, un rumbo seguro para todos nuestros estudiantes.