José Vilchis Guerrero
El presidente Andrés Manuel López Obrador, en presencia de Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación y el subsecretario Alejandro Encinas, afirmó que los presos que han sido torturados, presos sin sentencia, adultos mayores de 75 años privados de la libertad y quienes padezcan enfermedades crónicas y sean mayores de 65 años serán liberados.
Durante la conferencia de prensa en Palacio Nacional el primer mandatario puntualizó que el plazo de liberación no será mayor al 15 de septiembre. Advirtió que en México nadie merece ser torturado, y al respecto se presentó el seguimiento de los casos de Israel Vallarta, Brenda Quevedo y María Isabel San Agustín, con la posibilidad de su liberación.
“Estas cuatro acciones van a formar parte de un decreto que voy a firmar y que va a elaborar la Secretaría de Gobernación, lo vamos a elaborar la semana próxima para presentarlo y publicarlo” comunicó.
“Es importante que se tome cuenta que hay muchos internos que no tienen sentencia y que están acusados de delitos del fuero federal y del fuero común, que es la mayoría, por lo que expresó que ojalá y las autoridades estatales tomen cartas en el asunto”, agregó.
Por su parte, Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, expuso que 43% de las personas privadas de su libertad siguen en prisión preventiva.
“En este gobierno no se puede permitir ningún acto de tortura y menos para la obtención de una confesión o en el mismo penal”, enfatizó.
De acuerdo a las cifras que presentó la secretaria de Gobernación, de los 220 mil 114 población privada de su libertad, los no sentenciados son 94 mil 547 y sentenciados 125 mil 567.
En el caso de la población no sentenciada, 87%, unos 82 mil 189 están por delitos del fuero común y el 13%, 12 mil 358 por delitos del fuero federal 92% está en penales federales, o sea, 87 mil 269 y 8% en centros federales, que son 7 mil 278.
Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, advirtió que se debe erradicar la práctica de la tortura en cualquier orden del Estado, ya que quien haya sido objeto de tortura debe obtener su libertad.
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LM
