Los fuertes vientos de una tormenta o de un huracán, así como las marejadas, dificultan el control de sargazo en las playas o en el mar del Caribe mexicano. Es tal el volumen que se recolecta y el que vuelve a llegar, que “pareciera que no hay trabajo para tener limpias las playas”, expresó el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González.
Prueba de ello, citó a manera de ejemplo, ayer se recolectaron cerca de 16 mil toneladas de sargazo en tierra y más de 700 toneladas recogidas en el mar.
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Dijo que las acciones de los tres órdenes de gobierno, así como del sector privado, resultan nulas en la limpieza de las playas.
“Se trabaja permanentemente para que las playas estén limpias el mayor tiempo posible, pero en ocasiones es imposible detener al sargazo cuando el viento viene con potencia”, aseveró.
En la reunión de evaluación de la labor contra el sargazo, mencionó que las grandes marejadas provocan que las barreras antisargazo sean superadas, además, las condiciones del clima impiden que las lanchas sargaceras puedan navegar.
“Hay muchas dificultades para lograrlo, es como tratar de controlar o detener a los vientos de una tormenta”, dijo el gobernador, aunque destacó que los avances son importantes, pero no se ven por la cantidad de sargazo, de no hacerse nada sería caótico.
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Entre los avances se encuentran el tener actualmente un semáforo que permite saber cuándo y cómo estará afectando el sargazo en las playas.
Además de cómo las acciones que, en conjunto con la Secretaría de Marina, realizan 11 embarcaciones sargaceras, los mil 281 metros de barrera instalados y la intervención del buque sargacero Natans.
También, se deben destacar las labores que realizan los municipios y los concesionarios de la zona federal en la limpieza sobre las playas.
JGR