El consumo de alimentos nutritivos nos ayuda a tener una vida más saludable, por lo que es importante desarrollar hábitos alimenticios idóneos.
De acuerdo con expertos, para tener una buena alimentación se debe incluir al menos un alimento de cada grupo en las comidas principales, estos son: verduras y frutas, cereales y tubérculos, leguminosas y alimentos de origen animal, como los lácteos, que aportan calcio mineral necesario para el desarrollo de huesos, proteínas vitaminas y minerales su consumo diario contribuye a controlar el peso y prevenir algunas enfermedades como la osteoporosis.
Evidencias científicas corroboran que el consumo de lácteos dentro de una alimentación balanceada reafirma la posibilidad de prevenir varias enfermedades crónicas. Algunos tipos de cáncer, la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, pueden prevenirse anticipadamente, gracias a su ingesta.
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Entre los lácteos recomendados para una buena alimentación están: el yogurt, que gracias a sus prebióticos ayuda a normalizar el tránsito intestinal y a la disminución del colesterol malo; además de la leche que es una de las mejores fuentes de calcio, cuyo consumo recomendado es de 3 vasos de leche al día.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) tener una buena alimentación es primordial para evitar la desnutrición y las enfermedades no transmisibles, tales como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y el cáncer.
A su vez, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef por sus siglas en inglés) señaló que en México 1 de cada 20 niños menores de 5 años y 1 de cada 3 entre los 6 y 19 años padece sobrepeso u obesidad colocando al país entre uno de los primeros a nivel mundial.
Además, la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) señaló que en México el grupo etario entre 30 y 59 años es el que presenta mayores niveles de obesidad: 35 por ciento en hombres y 46 por ciento de mujeres.
Algunas razones por las que se tienen estos datos es que los alimentos son de baja o nula calidad nutricional como los cereales y bebidas azucaradas, botanas dulces y saladas, así como la comida rápida, pues todas poseen un alto contenido de grasa, sal y azúcar, apuntó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollos Social (Coneval).
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La obesidad es una enfermedad y se desarrolla porque una persona come más de lo que gasta en energía; sin embargo, la calidad es lo más importante, ya que los alimentos ingeridos presentan alta densidad energética y no proporcionan los nutrientes necesarios
Una de las recomendaciones más conocidas para ayudar a controlar la presión arterial y evitar padecimientos afines es disminuir el consumo de sal. La sal se puede reemplazar con diferentes condimentos, tales como la pimienta, el orégano o el pimentón para sazonar los platillos.
Asimismo, el exceso en el consumo de azúcar puede predisponer al organismo a ciertos padecimientos. Para evitarlo, una de las recomendaciones es escoger alimentos o bebidas bajos en azúcar y moderar su uso en la preparación de comidas.
El ejercicio también ayuda
Incluir una rutina de ejercicio es fundamental para tener una vida saludable, ayuda a lograr y mantener un peso saludable, mejora el funcionamiento del corazón, pulmones, músculos y huesos, contrarresta el estrés y aumenta la sensación de bienestar general.
Desde el punto de vista emocional, el ejercicio físico regular permite afrontar la vida con mayor optimismo y mejor disposición; mejorando el estado de ánimo y reforzando la autoestima.
JGR-PCG