Ciudad de México.- La diplomacia mexicana operó todo un año para convencer al relator especial sobre tortura de Naciones Unidas, Juan Méndez, para que reconsiderara quitar de su informe final el término de “tortura” generalizada en el país, por el impacto negativo que representa para México.
En la confrontación que surgió entre la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el relator por el informe presentado el 9 de Marzo pasado, Juan Manuel Gómez Robledo, Subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE detalló que durante el año pasado existieron diversas pláticas con el relator.
También dejó en claro que México sigue abierto al escrutinio internacional en derechos humanos.
“No es que haya temor de que llegue a una corte o no; lo que hay es preocupación de que no haya una valoración objetiva de la situación de México, eso es lo que nos preocupa del compromiso del Estado para la agenda de derechos humanos y el compromiso del Estado dé seguir allegándose de todas las herramientas de cooperación que tenga a su disposición para ir corrigiendo lo que haya que corregir” dijo.
Al respecto, diversas organizaciones nacionales e internacionales, entre ellas el Artículo 19 y el Colectivo contra la Tortura, enviaron una carta al Presidente por medio de la cual rechazaron las declaraciones de funcionarios de la Cancillería sobre el informe de la ONU acerca de la tortura.