La industria de la construcción es uno de los pilares básicos de la recuperación económica mundial como consecuencia de los efectos de la pandemia de Covid-19. Si bien la restauración ha sido lenta y no han regresado a los niveles previos al coronavirus, expertos consideran que este sector muestra buenas perspectivas de crecimiento en este 2021, mediante las sinergias entre la iniciativa privada y el sector financiero para impulsar la economía y el desarrollo de la infraestructura en México.
Con una estimación de crecimiento de 2.2% en el valor de la producción de la industria de la construcción a nivel nacional, y de 2.6% en la aportación al PIB, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) espera que México no solo recupere lo perdido en los dos últimos años, sino que logre un crecimiento que cumpla con las necesidades de bienestar de la población de manera sostenida en el mediano y largo plazos.
De acuerdo con dicho órgano, desde 2008 hasta el tercer trimestre de 2020, la inversión física en el país —aquella que ejecuta en construcción, conservación de obras, carreteras y en la adquisición de bienes de capital— se ha reducido cerca de seis puntos porcentuales del PIB.
“La caída de la inversión se ha agudizado fuertemente en este Gobierno. La inversión pública tiene claros objetivos políticos y está dirigida mayormente a proyectos cuya rentabilidad social es dudosa y opaca (cuando la ley de presupuesto manda que sea probada antes de dedicarle recursos públicos), mientras que la inversión privada ha sido desalentada de manera significativa”, advirtió el Centro de Estudios Económicos.
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“Hoy más que nunca, México requiere acelerar su tasa de crecimiento económico. Para ello, es esencial elevar la inversión”, agregó el organismo de análisis que dirige Carlos Hurtado López.
Por su parte, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) vislumbra un mejor panorama en lo que resta de 2021, pues espera que se supere la proyección realizada por el CEESP para el sector constructor; sin embargo, a pesar de dicho repunte, la recuperación para llegar hasta los niveles previos a 2019 tardarán algunos años, tras la pronunciada caída por el cierre de actividades y la baja inversión resultado de la pandemia.
Recientemente, la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo (STyFE) también informó que debido a los efectos del coronavirus, en marzo la industria de la construcción perdió casi nueve mil empleos formales, debido a que no hubo inversión suficiente para ejecutar proyectos inmobiliarios, le siguieron en empleos formales perdidos sectores como Servicios para empresas, personas y el hogar (5,220 ) y Transportes y comunicaciones (1,115).
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