La reforma eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, avalada por la Cámara de Diputados, tiene decenas de opositores, pues al contrario de la visión gubernamental podría representar un riesgo para la industria.
El Gobierno federal mantiene la postura que dicha reforma dará un nuevo impulso a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), además de promover un mercado equitativo que beneficie al país y garantice la seguridad energética.
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Sin embargo, para la iniciativa privada, así como para diversos analistas y organizaciones ambientales, esta situación no solo tendrá un efecto económico adverso, sino que además desincentivará las inversiones y con ello la transición de México a una generación de energía más limpia.
Los empresarios advirtieron que, de ser aprobada por el Congreso, no solo no podrá cumplir con sus compromisos internacionales, como con el Acuerdo de París, sino que también deberá enfrentar una serie de demandas y recursos legales, pues muchos de los cambios son contrarios a lo que se firmó en diversos tratados comerciales.
Gobierno defiende su reforma eléctrica
En contraparte, el gobierno aseguró que, con la reforma al sector de 2013, se ha buscado beneficiar a los privados con privilegios en el mercado, esto en detrimento de la empresa del Estado.
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Esta polémica ley todavía falta ser avalada por el Senado, aunque es casi un hecho de que sea aprobada por Morena y sus aliados, los cuales se prevé no le hagan modificaciones tal como pasó con los diputados.
JGR