El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) informó que continúan las labores de estabilización en la parte del cerro del Chiquihuite que se desgajó el 10 de septiembre, con miras a demoler 11 viviendas que se localizan en la llamada zona cero.
Con maquinaria pesada, las autoridades siguen llevando material para poder formar mesetas en las pendientes de la colonia Lázaro Cárdenas, en el municipio de Tlalnepantla, donde el derrumbe del cerro dejó cuatro muertos.
El Cenapred precisó que la intención es tener las condiciones adecuadas para asegurar los trabajos de demolición de las viviendas, además de evitar que se presente eventualmente otro percance.
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El órgano desconcentrado de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana agregó que de acuerdo con el análisis de personal especializado, esa parte del cerro del Chiquihuite presenta bloques de rocas con importantes separaciones, lo que hace la zona demasiado vulnerable al menos en un área de 300 metros de longitud en la ladera.
Por esta situación, los trabajos de demolición de las casas requieren extrema cautela y la seguridad de estabilizar la zona para que entre la maquinaria pesada.
Más de 200 familias de las 178 casas en peligro fueron emplazadas al inmediato desalojo. Las viviendas corren riesgos por la presencia de fracturas en algunas de ellas, por lo que el llamado insistente del gobierno ha sido a salir para preservar la vida.
Las autoridades siguen afinando el plan para derribar las viviendas que yacen entre las gigantescas rocas, las cuales han sido estabilizadas desde el momento en que se realizaban las labores de búsqueda de los desaparecidos.
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Las familias han pedido apoyo para poder sacar sus documentos ante el aviso de que serán demolidas sus moradas, como ocurrió el fin de semana pasado, cuando un grupo de damnificados fue llevado a la zona, acompañados de personal de Protección Civil y Bomberos del municipio, para que pudieran sacar las pertenencias.
JGR
