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Sorprende mujer a la ciencia con transformación de sus brazos trasplantados

Shreya Siddanagowder, es una joven indú de 24 años que recibió un trasplante de manos de un hombre de 20 años que sufrió un accidente en bicicleta. 

En cuanto la mujer recibió las extremidades estas empezaron a cambiar completamente, se empezaron a feminizar lo que dejó sorprendidos a los doctores que la atendieron. 

Shreya tenía 18 años cuando sufrió un accidente automovilístico en camino a la universidad donde se encontraba estudiando ingeniería, debido a la tardanza de la atención médica le fueron amputados los dos brazos desde los codos. 

Resilientemente la joven estudiante se inscribió en un programa de trasplantes de órganos y casi de forma inmediata fue intervenida por un donador de nombre Sachin el cual había tenido un accidente en bicicleta y sus padres decidieron donar su cuerpo. 

La mujer, quien no tenía conflicto en recibir unas manos masculinas, estuvo en tratamiento médico durante un año, en el cual los doctores se empezaron a dar cuenta que las manos trasplantadas se comenzaron a feminizar. 

El color de piel original era oscuro y se empezó a aclarar, al grado de ser igualado al tono de la beneficiada, el vello corporal desapareció, los dedos se empezaron a adelgazar y alargar e incluso la “grasa” adicional del músculo desapareció de manera que actualmente no se nota la diferencia en el cuerpo. 

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Los médicos le atribuyen esta homologación corporal a las hormonas las cuales al ser femeninas, convierten al brazo en algo acorde al cuerpo, la otra razón es que realmente la persona donante no era de un tono de piel tan oscuro y que en realidad tenía ese tono por su exposición a actividades deportivas y al aire libre. 

Lo que también es cierto es que este tipo de cirugía reconstructiva se realiza desde 1999 en Estados Unidos y a la fecha se han realizado 200 trasplantes de manos en todo el mundo y en ninguno de los casos el brazo trasplantado había cambiado su fisonomía. 

La joven renunció a su ingeniería y actualmente se encuentra estudiando economía, mencionó sentirse feliz de no tener ninguna desventaja social debido a su condición y confiesa que arregla sus manos con bisutería y esmalte de uñas. 

MGG