En el distrito de Jesús María Perú, una joven de nombre Naomi se encuentra en una angustiante situación, pues sus vecinos se quejaron con las autoridades de fiscalización, porque su gallo de nombre “Claudio” no los dejaba dormir por su fuerte cacareo.
La orgullosa madre, salió a defender a su retoño, argumentando que tiene todos los documentos en regla, sin embargo desde octubre pasado a la fecha ha recibido tres multas, de 920 soles que equivalen a 5 mil pesos mexicanos.
Aunque la solución es que el gallo duerma en una caja acústica, tal parece que los vecinos lo que desean es que viva libre el animal, lo que según expertos le ocasiona un daño emocional tanto al gallo como a la familia conformada por abuela, madre e hija.
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Claudio fue rescatado por Noemi cuando era un pollito, ella lo encontró en un basurero, donde lo recogió, curó, alimentó, dio cariño y protección, hasta que llegó a su edad actual de un año con tres meses.
En entrevista Noemi, quien es estudiante de enfermería, dice que se rescataron mutuamente, debido a que en el momento en el cual Noemi encontró a Claudio, ella estaba pasando por una depresión que pudo ser curada gracias a los paseos y cantos de su gallo.
MGG