Ciudad de México- Adolfo Lagos es licenciado en Administración Industrial, vivió fuera de México los últimos 10 años y, pese a ocupar la vicepresidencia de Telecomunicaciones en Televisa, no está en el primer círculo que rodea al CEO, Emilio Azcárraga Jean. Pero es uno de los ejecutivos del sector telecomunicaciones que es experto en romper precios y está a cargo de la unidad de negocios de la que Televisa buscará renacer como una empresa de telecomunicaciones.
Hace menos de un mes, Lagos se encargó de presentar Izzi al mercado mexicano. Izzi es el nombre que Cablevisión tendrá a partir de ahora, la mayor empresa de TV de cable del grupo, y llega con un servicio de telefonía fija ilimitada. Con una cuota fija de 400 pesos al mes, ofrece llamadas ilimitadas en número y duración, a teléfonos fijos y móviles (celulares) en México, América y Europa, además de Internet de banda ancha. Es un servicio altamente disruptivo en México, según Lagos.
La oferta de Izzi, en realidad, es un obús de Televisa contra América Móvil, la empresa de Carlos Slim que domina la telefonía en México. Abre, además, un nuevo frente en la confrontación entre ambas compañías por defender el dominio en sus respectivos mercados, la televisión y la telefonía, pese a la inevitable fusión que sobrevendrá de estos servicios.
Cambios recientes y polémicos en la regulación también están detrás del nacimiento de Izzi. Antes, en marzo de este año, el IFT declaró a América Móvil preponderante (con poder dominante) en el mercado de telecomunicaciones y a Televisa en el de radiodifusión, que incluye TV y radio.
Pero las reglas no limitan a Televisa en TV por cable, un servicio clave que permite llevar una oferta convergente a tantos clientes como pueda. Esta conjunción o triple play es el santo grial en las telecomunicaciones, pues integra en un sólo paquete contenido de TV, acceso a Internet y telefonía. Izzi y las otras tres cableras de Televisa tienen más de 50% de este mercado. El mejor favor que el nuevo negocio puede dar a Televisa no son clientes de telefonía fija arrebatados a América Móvil, sino poner a la televisora un paso adelante en la carrera hacia la convergencia de servicios.
Por razones que los expertos atribuyen a la falta de competencia, México llega tarde a los servicios convergentes. Las redes de estas cableras captan apenas 1.84 millones de accesos de banda ancha fija, en tanto que la red más grande, de América Móvil, tiene 9.1 millones de suscriptores, según datos de Dataxis.
Pero América Móvil no tiene permitido usarla para dar TV. Voceros han repetido que no es del interés de la compañía entrar al debilitado negocio de TV abierta (lo que coincide con información obtenida por Forbes México en septiembre). Lo que sí le interesa es una concesión para dar TV por cable, precisamente porque permite empaquetar servicios.
Pero para poder dar TV de paga en México, América Móvil tendría que reducir a menos de 50% su cuota en los mercados de telefonía fija y móvil. Ante ese obstáculo, la empresa tejió un acuerdo con la empresa de TV satelital, Dish México, para ofrecer a los clientes de Telmex e Infinitum un paquete triple play. El acuerdo elevó la clientela de Dish —que a junio sumaba 2.36 millones de abonados, según Dataxis—, pero también produjo una concentración indebida, según el IFT. América Móvil podría ser sancionada por este acuerdo.
Televisa, en contraste, aprovecha para afianzar su red de banda ancha. En unos cinco o seis años, esa red será técnicamente igual a la de América Móvil. En tanto, está compañía hace el camino inverso con la compra de contenidos y, al final del día, ambas terminarán como empresas de contenido y banda ancha. “La estrategia de telecomunicaciones de Televisa es clara, lleva bastante tiempo y se afianza con el surgimiento de Izzi”, dice Carlos Blanco, jefe de análisis de Dataxis.