En la actualidad secuestrar una cuenta de WhatsApp, Facebook, un correo electrónico o cualquier red social es relativamente fácil, pues el atacante generalmente logra obtener el código de verificación con un mensaje de texto o una llamada telefónica, y en cuestión de segundos, instala la aplicación en su teléfono.
Esta acción pareciera inofensiva, pero que podría ser tipificado como intervención de comunicaciones privadas, actualmente penado hasta con 12 años de prisión.
El comisario jefe Oliver González Barrales, director de la Unidad Científica de la Guardia Nacional y responsable de la llamada Policía Cibernética, comentó que hasta el año pasado se alcanzaron las 21 mil 288 denuncias ciudadanas.
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“La ciberseguridad podemos entenderla en dos vertientes: aquellas acciones que están dirigidas para afectar la propia tecnología, afectación a sistemas, bases de datos; y la otra vertiente, que tiene que ver con el uso de la tecnología para llevar a cabo un fraude, una extorsión o el robo de identidad”, aseguró en entrevista con el diario Milenio.
Los casos recientemente expuestos por la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, la senadora priista por Zacatecas, Claudia Anaya, o la diputada electa y ex primera dama, Margarita Zavala, evidenciaron un tema de usurpación de identidad e intento de fraude, que podrían ser vinculados hasta con temas de extorsión.
Sin embargo, la Policía Cibernética también ha identificado un problema como es el secuestro de del WhatsApp, que es cuando el atacante o el defraudador logra acceder a la cuenta, generalmente a base de engaños.
“Por ejemplo, llaman diciendo ‘te ganaste un premio o contesta una encuesta’, y para validar, piden un código de identidad; el ciudadano da ese código al defraudador que puede ser utilizado para instalar la aplicación en cualquier teléfono”, explicó el mando policial.
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Otro caso detectado es cuando el atacante solicita que se envíe a través del buzón de voz dicho código, y desde luego, si el ciudadano no tiene habilitado un pin en su buzón, se puede acceder para escucharlo vía telefónica, lo que permite robar la cuenta
“Ya que si se apropia del WhatsApp de alguien más, es decir, si le roba o secuestra su cuenta, estamos hablando de un delito grave que tiene que ver con la intervención de comunicaciones privadas sin la autorización de un juez, delito que podría llevar hasta los 12 años de prisión”, advirtió.
No obstante, al vulnerar una comunicación, se concursa para otro tipo de delitos, por ejemplo, cuando se relaciona con imágenes de carácter sexual; el acceso ilícito a sistemas, con penalidades de hasta dos años de prisión; o bien, si estos sistemas pertenecen al Estado, se pueden alcanzar hasta los cuatro años de cárcel.
Para evitar el secuestro de la cuentas, el mando policial recomendó activar el doble factor de autentificación o el código de verificación de doble paso.
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“Esto nos va a permitir ahorrarnos varios dolores de cabeza e impedir que otra persona ajena a nosotros pueda apropiarse de nuestra cuenta”, aseguró.
Pero la usurpación y el fraude no son las únicas tareas de la división de ciberseguridad de la Guardia Nacional, pues en los últimos tres años se atendieron más de 199 mil incidentes cibernéticos, de los cuales 80% estuvieron relacionados con códigos maliciosos; y tan solo en 2020, habrían sido neutralizados cinco mil 920 Sitios web apócrifos, evitado así la pérdida de cerca de 900 millones de pesos.
El ciberpatrullaje que realiza la corporación también estaría dirigido a contrarrestar las acciones que afectan a niñas y adolescentes como el grooming, el ciberacoso o la trata de personas, y como resultado se tendrían 217 denuncias interpuestas en las 32 entidades federativas, que han conducido a la detención de 46 personas, 10 sentencias condenatorias y el rescate de 47 víctimas.
JGR