Según cifras oficiales recientes, en México hay 15 millones de fumadores adultos. Sin embargo, la postura del Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Salud y legisladores afines, ha sido la de modificar la Ley General para el Control del Tabaco, para prohibir los productos alternativos para el consumo de tabaco, libres de humo, y poner más restricciones a los cigarros.
Por ello, la industria tabacalera, en busca de beneficiar la salud pública y respetar el derecho de los fumadores adultos a la información y el acceso a opciones menos dañinas, busca un diálogo abierto y el respaldo de la evidencia científica y la tecnología, para ofrecer mejores productos que el cigarro convencional -tales como los cigarros electrónicos, dispositivos de calentamiento de tabaco y vapeadores– que están libres del humo y, por ende, son de menor riesgo y menos nocivas para la salud.
Por ejemplo, los organismos científicos y agencias de salud de países como Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Alemania y Nueva Zelanda, tras analizar la problemática a fondo, determinaron que los dispositivos electrónicos -como los de tabaco calentado, que reducen hasta 95% la exposición a esas sustancias tóxicas que causan serias enfermedades- son un complemento efectivo a los programas de salud pública y un gran paso para lograr ser naciones 100% libres de humo de cigarros.
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De acuerdo con Philip Morris México, sin este tipo de opciones el 90% de los fumadores adultos seguirá con el hábito de consumir tabaco tradicional, por lo que mediante la plataforma futurosinhumo.com.mx, intenta explicar a las personas los daños causados por el cigarros y la importancia de regular dichos productos alternativos y la necesidad de regularlos en nuestro país, que si bien no están exentos de riesgo, sí son menos nocivos para la salud y hacen una diferencia en la vida de fumadores y no fumadores.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que actualmente en el mundo hay alrededor de 780 millones de personas que afirman querer dejar el cigarro -causante de 8 millones de muertes al año-, pero solo el 30% de ellas tiene acceso a medios que puedan ayudarles a conseguir ese objetivo.
Incluso ha exhortado a los gobiernos de todo el mundo a implantar herramientas que ayuden a abandonar el cigarro a escala mundial y regional y brindar a los ciudadanos acceso a servicios de asesoramiento breve sobre el tema, líneas de atención telefónica gratuita, servicios por vía digital y telefonía móvil, tratamientos de sustitución con nicotina y otros medios de probada eficacia para dejar el hábito de fumar.
“Millones de personas de todo el mundo desean dejar de fumar. Debemos aprovechar esta oportunidad e invertir en servicios que las ayuden a lograrlo. Es fundamental educar a los jóvenes, porque casi 9 de cada 10 fumadores se inician en el hábito antes de cumplir 18 años”, consideró Ruediger Krech, director de Promoción de la Salud del organismo.
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