Con el propósito de auxiliar en el proceso de comunicación entre personas a quienes se les dificulta el habla e integrarlas con mayor facilidad a la sociedad, científicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron dos guantes con sensores que permiten traducir, en un dispositivo móvil, voz y texto, las expresiones dichas a través de la Lengua de Señas Mexicana.
En México, alrededor de 300 mil personas se comunican mediante la Lengua de Señas Mexicana, de acuerdo con la Federación Mexicana de Sordos, por lo que las estudiantes de la Ingeniería en Telemática Citlalli Avalos y Flor Pérez, crearon dichos guantes traductores que resultan ser prometedores para el 16.5% de la población nacional.
“En la universidad descubrimos que queríamos crear algo que pudiera ayudar, los guantes traductores abren la puerta a la inclusión con las personas que tienen esta discapacidad. Cuando dicen que una mujer no puede estudiar carreras sobre ciencia y tecnología… eso no es verdad, solo se necesita motivación, esfuerzo y compromiso”, narran las alumnas del IPN.
El prototipo al que nombraron “Manos que hablan” detecta los movimientos realizados por las personas sordomudas con la Lengua de Señas Mexicana y las envía a un dispositivo móvil, con sistema operativo Android, previamente precargada con la aplicación Traductor, para que muestre las letras una por una hasta formar una palabra, que también puede escucharse.
Este proyecto consta de un par de guantes, cada uno con un sensor flexible que se extiende por la curvatura de los dedos y un acelerómetro, también tiene interruptores diseñados por las politécnicas que se ajustan a las articulaciones de la mano, también elaboraron una placa de adquisición de datos, con comunicación vía Bluetooth, además utilizaron hilo conductor y cable flexible.
“Es sencillo registrar el dispositivo del guante en el celular, primero se debe buscar el apartado Bluetooth de Configuración y elegir GuanteDer, posteriormente, en el menú de las aplicaciones, elegimos el icono del traductor que tiene dos manos con fondo blanco y contorno rosa”, explicaron.
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Las científicas, quienes son asesoradas por los docentes Miguel Félix Mata Rivera y Susana Araceli Sánchez Nájera, de la UPIITA, señalaron que hasta el momento, los guantes, que están basados en la tecnología de inteligencia artificial, ya “aprendieron” a traducir las letras de la a a la o; sin embargo, el desarrollo se tuvo que suspender debido a la pandemia del Covid-19.
“Lograr que la red neuronal detecte con fidelidad cada una de las señas ejecutada requiere de un entrenamiento amplio con refuerzos positivos de hasta 15 repeticiones o más, es como cuando le enseñamos el nombre de un objeto a un niño, se lo repetimos una y otra vez, pero cuando va acompañado con la retroalimentación es más efectivo”, comentaron las ingenieras.
Cabe mencionar que este prototipo es una nueva versión que toma como principio otro dispositivo de interpretación desarrollado por el IPN en 2015.
No obstante, la versión de Flor y Citlalli requirió de año y medio de trabajo y está en fase de desarrollo, las dos científicas explican que todavía es necesario contar con la colaboración de personas que puedan utilizarlos de forma continua para que los algoritmos con los que trabaja el dispositivo pueda reconocer mejor el alfabeto de la lengua de señas mexicana e incluso trabajar con la interpretación de ideogramas en un siguiente fase.
Además, las politécnicas reconocieron que por el desgaste de los materiales del guante y de la tarjeta de adquisición de datos, además de la pandemia por Covid-19, quedó pendiente el entrenamiento del resto de las letras del abecedario, no obstante, los avances hechos al prototipo quedan como base para continuar explorando con las distintas posibilidades en inteligencia artificial.
Por último, las ingenieras explicaron que la lengua de señas es similar a cualquier otro idioma extranjero, por lo que destacaron la importancia de que los ciudadanos puedan aprender el lenguaje de señas para que las personas con dificultades en el oído y el habla puedan sentirse integradas a la sociedad.
“Por ello, la idea de desarrollar este dispositivo es aprovechar el desarrollo de la tecnología para que cualquier persona tenga la posibilidad de comunicarse y facilitar su vida cotidiana”, finalizan.
AE