Abogados certificados, el verdadero reto para el derecho en México

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Si bien la práctica de la abogacía en México requiere un título universitario que valide la conclusión de estudios en la materia, no existe ningún requisito que obligue a los abogados a la continuidad de su educación jurídica ni a una certificación que garantice su correcto ejercicio ético y profesional.

Actualmente, la abogacía mexicana muestra unión, pero es importante atender el tema relativo a la certificación de los abogados colegiados, algo que hace muchos años existió en el país para poder ejercer la profesión, señaló Gerardo Nieto, socio del Basham, Ringe y Correa, y presidente del Consejo General de la Abogacía Mexicana (CGAM). 

“Siempre será positivo el tener una colegiación obligatoria para que un mayor número de abogados, que se deben a la sociedad, presten un servicio profesional de calidad; porque para efectos de tener la certificación que emite un colegio abogados, se requiere cumplir con ciertos requisitos, que básicamente son atender los tres objetivos principales de cualquier colegio serio: ejercicio ético de la profesión, la actualización profesional y el trabajo por bono”, explicó. 

Recordó que los abogados también deben dedicarse a satisfacer necesidades de aquellos grupos sociales menos favorecidos, y en la medida en que lo logren, habrá mayores elementos para que los colegios miembros del Consejo General de la Abogacía Mexicana (CGAM) –la Asociación Nacional de Abogados de Empresa, Colegio de Abogados (ANADE), la Barra Mexicana, Colegio De Abogados (BMA) y el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México (INCAM)– otorguen dichas certificaciones. 

“La colegiación ha sido un tema complejo y no ha llegado a un puerto claro; por lo pronto, lo que pretendemos los colegios miembros del CGAM es procurar la certificación del abogado miembro de un colegio; actualmente en México la colegiación de los abogados es voluntaria, no es obligatoria, pero hay esa tendencia hacia la certificación. Un ejemplo claro de ello es el Estado de Jalisco, en donde recientemente se aprobó la regulación para que los abogados y otros profesionistas se certifiquen para poder ejercer”, abundó.

A través de los tres colegios de abogados actualmente se mantienen colegiados a más de 12 mil profesionistas, un número muy pequeño en comparación con el número de abogados en México, por lo que  promover la colegiación para tener abogados más actualizados, más éticos y con mayor conciencia social, es una tarea fundamental.

“En México la colegiación no es obligatoria, es voluntaria. Convencer a los no colegiados de que vale la pena inscribirse a un colegio serio de abogados es una labor titánica y difícil; si bien deben pagar una cuota anual, a cambio de ello recibirán capacitación, conocerán más colegas abogados para compartir experiencias profesionales, se vigilará el trabajo ético y se procura generar conciencia para con la sociedad, y así llevar a cabo labor “pro bono” que tanto lo requieren aquellos sectores desfavorecidos”, señaló.

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Ante cuestionamientos de quién y cómo se certificarán a los abogados, el experto aseveró que es un proceso a “manejar con pinzas”, de forma muy objetiva, honesta y ética, el cual se debe acordar con los diferentes colegios; añadió que aquellos abogados certificados tendrán insignia para que obtengan su firma electrónica.

México requiere de mejores prácticas de sus abogados y eso se puede lograr a través de una certificación respaldada por los colegios profesionales, garantizando el correcto ejercicio del derecho.

“El objetivo es darle a la sociedad demandante de un servicio jurídico, la confianza razonable de que el servicio será honesto y de calidad; se hacen todos los esfuerzos para que esa probabilidad se incremente y la sociedad quede satisfecha. Lo importante será transmitirle al ciudadano la relevancia de contratar abogados certificados, es decir, que pida credenciales más allá de que sea el licenciado en Derecho”, comentó.

Agregó que, aunque existen abogados y colegios que demuestran seriedad, exigencia, profesionalismo, organización y una vida democrática interna, “hay muchos que tienen intereses totalmente ajenos a estos nobles objetivos”.

La visión en el extranjero de la abogacía mexicana

Gerardo Nieto señaló que la abogacía organizada de México desea mostrar al exterior y a todos aquellos organismos, cuyos objetivos son afines a algunos colegios asociados a nivel nacional, la importancia del respeto a la democracia, a los derechos humanos y al Estado de Derecho.

“La abogacía mexicana está organizada, unida y más fuerte que nunca, y así queremos mostrarlo dentro y fuera de México. El Estado de Derecho es la piedra angular del desarrollo de cualquier país que pretenda ser civilizado, porque sin él no tenemos reglas claras, por ende no se genera inversión, no hay crecimiento económico ni desarrollo, lo que afecta la recaudación y, en consecuencia, impacta negativamente en los recursos para atender los servicios públicos esenciales como salud, seguridad, educación, e inversiones públicas en infraestructura”, mencionó, tras llevar seis semanas al frente del CGAM.

El especialista en derecho fiscal de Basham, una de las firmas legales de servicios integrales líderes en Latinoamérica, refirió que es común escuchar en el extranjero que, como no existe una colegiación obligatoria en México, la abogacía mexicana es difusa y está pulverizada, sin cohesión y sin organización, pero desde la creación del CGAM se empieza a observar una profesión legal organizada, unida, fuerte y con objetivos comunes.

“La creación del CGAM busca esa organización, esa unión en los objetivos comunes de los principales colegios de abogados de este país, y qué mejor que difundirlo y permearlo aquí en México y también en el extranjero. Estoy convencido de que ningún colegio de abogados es tan grande, trascendente y fuerte, como lo somos todos juntos”, anotó.

Por último, añadió que al reunirse con organizaciones locales e internacionales, el CGAM intenta crear una red de comunicación permanente con instituciones serias y democráticas, para así defender el respeto a los derechos humanos, a la democracia y procurar una mejor administración de justicia.

“La idea es coadyuvar con los poderes públicos y así, coordinados, superar los graves problemas que se tienen en México en la actualidad en salud, educación, seguridad, infraestructura, confianza e inversión. Temas como los feminicidios, las desapariciones forzadas y los asesinatos a periodistas, entre muchos otros, cobijados por una lacerante  impunidad,  perjudican a toda la sociedad y dañan a México”, sentenció.

JGR