¡Una víctima más! Muere de dolor viudo de maestra asesinada en tiroteo de Texas

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Joe García, esposo de Irma García -una de las maestras asesinada en la masacre de una escuela primaria de Uvalde, Texas- falleció la mañana de este jueves debido a una “emergencia médica”, aseguró su familia a través de redes sociales.

De acuerdo a John Martínez, quien afirma es sobrino de la profesora, su tío político murió debido al dolor que le causó el asesinato de su esposa, quien fue víctima de Salvador Ramos, un asesino de 18 años que le arrebató la vida tratando de proteger a los niños de Robb Elementary School. 

“Es extremadamente desgarrador. Vengo con un profundo dolor para decir que el esposo de mi tía Irma, Joe García, falleció debido al dolor, realmente no tengo palabras para saber cómo nos sentimos todos. Por favor oren por nuestra familia. Dios tenga misericordia de nosotros. Esto no es fácil”, escribió el joven de 21 años.

De acuerdo con diversos medios de Estados Unidos, la pareja tenía un matrimonio de 24 años, con cuatro hijos y llevaban casi 30 años de conocerse, específicamente, desde que iban en la secundaria. 

“Joe, falleció trágicamente esta mañana (26/05/2022) como resultado de una emergencia médica. Por favor mantenga a nuestra familia en sus pensamientos y oraciones”, reveló Derbra Austin, hermana de Irma.

“Realmente creo que Joe murió con el corazón roto y perder al amor de su vida durante más de 25 años fue demasiado para soportar”, agregó en un comunicado hecho en la página de GoFundMe, creada para apoyar a la familia tras la muerte de la profesora. 

Irma García llevaba una carrera como maestra en Robb Elementary School de casi 23 años, tiempo en el que fue reconocida como la maestra del año y una de las educadoras finalistas en la competencia por el premio a la excelencia en enseñanza del área de San Antonio, según especifica su perfil en la página de la escuela. 

Al momento de ser asesinada, García era docente de cuarto año; antes el tiroteo había sido parte de las celebraciones por el término del ciclo escolar y entrega de diplomas.

La profesora García fue una de las 22 víctimas del tiroteo masivo que sucedió trágicamente el martes 24 de mayo en Uvalde, Texas, incluidos los 19 niños. 

Junto a Irma, de 49 años, la maestra Eva Mireles, de 44, fue alcanzada por las balas de Salvador Ramos, un joven de 18 años que irrumpió en la escuela con un rifle automático y una pistola. 

Antes del tiroteo, mató a su abuela en la casa donde vivía. Las investigaciones han revelado que la señora sabía sobre los planes de su nieto e intentó detenerlo; luego de haberle disparado en la cara, la señora logró hacer un reporte al 911. 

Niña sobrevive al tiroteo de Texas haciéndose la muerta

Afortunadamente, algunos niños pudieron salvarse. Miah Cerrillo, de 11 años, sobrevivió al tiroteo de la en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, al untarse sangre de su amiga Amerie y hacerse la muerta, mientras Salvador Ramos disparaba y asesinaba a 19 niños y dos maestras.

De acuerdo con Telecinco, su amiga Amerie llamó a emergencias para intentar salvar a sus compañeros, pues eso le habían enseñado sus padres, pero no pudo salvarse a ella misma.

Miah vio a su amiga llena de sangre y se la untó para simular que estaba muerta, señaló su tía Blanca Rivera. La niña tenía fragmentos de bala en la espalda, pero ya fue dada de alta del hospital.

Ella va en cuarto grado de primaria y afirmó que sobrevivió al tiroteo en la escuela de Texas untándose sangre de su amiga para fingir estar muerta.

La menor fue testigo de cómo el pistolero Salvador Ramos, de 18 años, mató a tiros a sus maestras y compañeros de clase en la primaria Robb en Uvalde el martes.

 Miah Cerrillo, sobrevivió al tiroteo en escuela de Texas tras untarse sangre de su amiga.

Su tía Blanca Rivera le dijo a Click 2 Houston que Miah “vio a su amiga llena de sangre, y ella se puso sangre y se la untó”.

Todas las víctimas de Ramos estaban en la misma clase de cuarto grado. Ahí encontraron a Miah bañada en sangre y con restos de balas, salpicada de fragmentos de huesos, inerte, con los ojos abiertos de par en par.

Cuando vio a su padre entró en pánico. La metieron en un autobús amarillo y la llevaron al hospital y cuando le limpiaron la sangre de los niños muertos se dieron cuenta de que no tenía balas en el cuerpo.

Miah contó que Ramos les dijo: ‘Van a morir”, antes de iniciar el tiroteo. Entonces Amerie sacó su celular y marcó al 911. Entonces, Ramos, en lugar de quitárselo y romperlo, le disparó”, sollozó su abuela en entrevista con The Daily Beast.

“Su mejor amiga estaba sentada a su lado y la salpicó toda la sangre”.

El diario indicó que, durante los 45 minutos que el asesino estuvo dentro de esa aula, Miah vio cómo ejecutaba a sus compañeros de clase y a su maestra, pero pensó rápido y permaneció inmóvil bajo los cadáveres.

Después del tiroteo, la policía intentó que Miah contara algo sobre lo sucedido en el aula, pero no pudo hablar. Fue hasta el anochecer cuando lloró y gritó temerosa de que la encontrara el hombre del rifle. No puede dormir porque teme que la encuentre durante sus sueños y se despierta asustada si cabecea, indicó.

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