Toma fuerza movimiento antivacunas en México; vislumbra una conspiración global

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En México, así como en el resto del mundo, la pandemia de Covid-19 sirvió de resurgimiento al movimiento antivacunas, restringido antes a pequeños grupos, pero ahora mucho más extendido entre un público temeroso frente a un virus desconocido.

Expertos indicaron que, desde siempre, los movimientos antivacunas “han comprendido la importancia de la batalla de la información”, al aprovecharse del miedo y la falta de datos confiables para sembrar la semilla de la duda.

En contraparte, las autoridades sanitarias suelen “llegar tarde a esa batalla” pues “parten del principio de que la vacunación es útil para la colectividad”.

El movimiento antivacuna se basa, entre otros, en un estudio de finales de la década de 1990 que sugiere una relación entre la vacuna sarampión-paperas-rubéola y el autismo, pese a su inconsistencia científica.

El movimiento antivacunas se ha extendido y “democratizado” desde entonces, pues son muy numerosas las cuentas Facebook que divulgan falsas informaciones sobre las vacunas, según un estudio de la BBC publicado a fines de marzo sobre siete países (Brasil, México, India, Ucrania, Francia, Tanzania, Kenia).

El mensaje antivacuna tiene eco entre los partidarios de los extremos, de derecha o de izquierda, y las teorías complotistas “incorporan a las vacunas en sus relatos”.

Un ejemplo de ello  es Aurora M, una mujer que vive en Cancún y que está contra la vacuna para prevenir el Covid.

En entrevista para Informe Confidencial, la mujer indicó que no apoya estas vacunas pues somos conejillos de indias de las cúpulas gobernantes y cuyo  objetivo es controlarnos a través de chips.

“Gente como Warren Buffett o Bill Gates, además de los demócratas como Obama, buscan controlarnos con sus vacunas, las cuales están desarrolladas por fetos de bebés abortados”, expresó.

Estos grupos se quieren infiltrar a México y dominarnos, a fin de tener mayor control y desaparecer a la sociedad como la conocemos”, sentenció.

Estos grupos se hacen más fuertes cuando alguna figura pública se manifiesta contra el uso de alguna vacuna como es el caso de la actriz Paty Navidad.

La actriz, quien se ha convertido en una de las caras del movimiento, afirmó que las personas que se inyecten la vacuna serán utilizadas como ‘conejillo de indias’ en un experimento organizado por Bill Gates y algunas empresas para implantar chips y controlar a los humanos.

Al estar confinada, y deseosa de comprender esta enfermedad que ha conmocionado a todo el mundo, la gente busca informaciones en línea.

Pero la falta de conocimientos disponibles, los errores en la comunicación oficial, por ejemplo sobre las mascarillas, consideradas inicialmente innecesarias, y una carencia de cultura científica han abierto la puerta a la desinformación.

La novedad de las vacunas que utilizan la inédita tecnología del ARN mensajero, y su rápida llegada al mercado alimentan la desconfianza, igual que la revelación, una vez lanzadas las campañas de vacunación, de los efectos secundarios más graves de lo previsto de los fármacos AstraZeneca y Johnson & Johnson.

La desinformación toma a veces en Internet la forma de cuidadas producciones, como el documental “Hold-Up” en Francia, que denunció una “manipulación global” en torno a la pandemia, en la que participarían las propias vacunas.

Las grandes plataformas como Facebook, Twitter o YouTube han excluido los contenidos antivacuna y las falsas informaciones en 2020, promoviendo más bien las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

En septiembre pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y varias agencias de la ONU expresaron su preocupación por una excesiva proliferación de informaciones que “dificultaba saber lo que realmente hay que hacer”.

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