Los enfrentamientos en La Penitenciaria del Litoral, en Guayaquil, vuelve a poner de manifiesto la grave crisis carcelaria que afecta el sistema carcelario de Ecuador desde hace ya tres años.
Por el momento el saldo del motín ocurrido la víspera es de al menos 35 muertos y más de 50 heridos, entre ellos seis decapitados.
La disputa entre bandas criminales por el control de las prisiones parece ser el hilo conductor de las frecuentes reyertas entre los reos, que además podrían estar conectados con carteles del narcotráfico, según advierten varias autoridades.
Fausto Buenaño, comandante de la Policía de la Zona 8, indicó que tel número de fallecidos no fue mayor pues la entrada de la policía evitó más muertes.
Los heridos fueron atendidos por paramédicos en el exterior del centro carcelario, mientras en el exterior un nuevo drama para familiares que pedían conocer el estado de los reclusos.
El gobernador en la provincia de Guayas, Pablo Arosemena, junto a los agentes policiales en el mismo escenario de los hechos, precisó que unidades de orden táctico restablecieron el orden en el centro carcelario.
La Policía, tras ingresar en la cárcel y tomar el control de ésta, efectuó registros minuciosos de cada uno de los pabellones, en coordinación con el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas privadas de libertad y Adolescentes Infractores (SNAI).
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El suceso de este martes, además, se produjo un día después de que el director del SNAI Fausto Cobo, anunciara su dimisión del cargo para ocupar otro encargo del presidente Guillermo Lasso en una unidad de inteligencia estratégica.
El incidente, según el SNAI, se habría iniciado por riñas entre bandas delictivas, en un pabellón del centro penitenciario, algo que se ha repetido en varias ocasiones anteriores, con un balance de más de 160 muertos en lo que va de año.
JGR
