El presidente de El Salvador Nayib Bukele decretó el domingo el estado de excepción para combatir una ola de asesinatos relacionados con las pandillas registrada el fin de semana.
El viernes se registraron 14 homicidios, según cifras oficiales, mientras que el sábado se convirtió en el día más violento en lo que va del año con 62 homicidios en 12 de los catorce departamentos del país, un nivel de violencia que no se había visto en varios años.
En todo el mes de febrero de 2022, se registraron 79 homicidios, según cifras oficiales.
La Policía Nacional Civil (PNC) reportó la captura de al menos cinco cabecillas de la Mara Salvatrucha (MS-13), a quienes señala como los responsables de ordenar el incremento de homicidios que desde el viernes inquietan a El Salvador.
Según la Constitución, el estado de excepción se establece en casos de guerra, invasión del territorio, rebelión, sedición, catástrofe, epidemia y otra calamidad general o de graves perturbaciones del orden público.
Con el estado de excepción se suspenden las garantías constitucionales de la libertad de asociación, derecho de defensa, al plazo de detención administrativa y a la inviolabilidad de la correspondencia y las telecomunicaciones.
La medida durará 30 días, aunque “si continúan las circunstancias que la motivaron”, se podrá extender en otros 30 días.
Bukele anunció la petición en sus cuentas de medios sociales y retó a los que se oponían a la medida. “¿Ya salió la oposición a defender a los pandilleros?”, preguntó.
Más tarde, en su cuenta de Twitter, el mandatario ordenó: “Director Osiris Luna Meza, decrete nuevamente emergencia máxima en todos los penales de seguridad y máxima seguridad, todas las celdas cerradas 24/7, nadie sale ni al patio”.
Y luego agregó: “Mensaje para las pandillas: por sus acciones, ahora sus “homeboys” (cabecillas) no podrán ver ni un rayo de sol”.
Casi de inmediato el director de Centros Penales respondió en Twitter: “Señor presidente Nayib Bukele, inmediatamente se cumpla la orden, estos criminales NO verán la luz del sol. Guerra Contra Pandillas”.
En abril de 2020, Bukele también ordenó un encierro total las 24 horas en todas las cárceles y selló algunas de las celdas con láminas metálicas, luego de un repunte de la violencia atribuida a las pandillas.
La medida recibió fuertes críticas al ser considerada una violación de los derechos humanos de los pandilleros, algunos de los cuales cumplen condenas de más de 60 años por los crímenes cometidos.
Recientemente un juzgado declaró culpables de diversos delitos a 42 miembros de la pandilla Barrio 18 Revolucionarios que operan en el centro histórico de la capital y a uno de los cabecillas le impuso 472 años de prisión.
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