Pepsi, Coke lamentan impuesto en México

Email
Twitter
Facebook
WhatsApp
Telegram

Ciudad de México– En esta foto del 5 de marzo del 2014 un repartidor transporta productos de Pepsi en Nueva York. Pepsi y Coke se oponen a impuestos propuestos sobre las bebidas azucaradas en California.

No es de sorprender que Coke y Pepsi estén gastando millones de dólares para oponerse a los gravámenes propuestos a las bebidas azucaradas en California.

PepsiCo reportó el jueves mayores ganancias excepto en México. La compañía dijo que el volumen de ventas bajó 3% a causa de un nuevo impuesto a las comidas y bebidas no nutricionales.

Las recientes declinaciones padecidas por Pepsi y Coke en México ponen de manifiesto por qué la industria de las gaseosas lucha contra las propuestas de aplicar impuestos a las bebidas azucaradas en San Francisco y Berkeley.

PepsiCo —que produce Frito-Lay chips, Gatorade y Tropicana— reportó descensos en el negocio de sus productos alimenticios en el primer semestre del año, después que entró en vigencia el impuesto.

Coca-Cola, que reportará sus resultados del tercer trimestre el 21 de octubre, también ha registrado una baja en el volumen de ventas de bebidas en México durante el primer semestre, atribuyéndola al impuesto a las bebidas. México tiene la mayor tasa en el mundo de consumo per cápita de bebidas de Coca-Cola.

Hugh Johnston, director financiero de PepsiCo, dijo en una entrevista telefónica que las disminuciones en México eran acordes a lo que anticipaba la compañía. Para mitigar el impacto del impuesto, dijo que la empresa planeaba ofrecer envases de distintos tamaños para diferentes comercios.

Los impuestos en México agregan un peso (unos 7 centavos de dólar) al costo de un litro de bebidas azucaradas y 5% al precio de los alimentos con 275 calorías o más por cada 100 gramos.

No está claro si se mantendrá el impacto de los impuestos sobre el consumo. Y aunque PepsiCo sigue atenta a toda iniciativa de impuestos en el mundo, Johnston cree que no se generalizarán.

San Francisco y Berkeley procuran ser las primeras ciudades en aplicar impuestos por onza a las bebidas azucaradas en las elecciones de noviembre. Las medidas son observadas atentamente porque muchos dicen que si fracasan en esa zona, notoria por sus políticas liberales, sería un revés para los proponentes de dichos impuestos como un modo de mejorar la nutrición. Medidas similares en otras ciudades estadounidenses han fracasado.

Los promotores de la salud han buscado impuestos como una herramienta para reducir el consumo de comidas rápidas ricas en calorías, táctica similar a la utilizada exitosamente para reducir el número de fumadores. Pero los fabricantes de dichos productos dicen que son individualizados injustamente.