Aunque en el gobierno se reconoce que se sufre la peor crisis de la historia, no asume ninguna responsabilidad en ello, y lo que es peor, las decisiones que ha tomado la agravarán.
La crítica situación de México no fue provocada por el covid ni por la crisis mundial derivada de ella: desde el 2019 ya habían estallado la crisis sanitaria y la recesión, y la violencia rompía récords también históricos. La pandemia encontró un cuerpo social ya enfermo, y la política gubernamental lo empeoró aún más con el pésimo manejo sanitario, que ha provocado miles de muertos, y la prolongación del confinamiento y la parálisis económica. Sin rescate del aparato productivo, la inversión, el empleo y los ingresos públicos y el PIB seguirán cayendo. Sin el guardadito, que se acabará este año según anticipó el secretario de Hacienda, se terminará la estabilidad macroeconómica, por ejemplo, se disparará la inflación y el déficit público, y se postergará al infinito el crecimiento.
Toda una generación de mexicanos será sacrificada por un presidente irresponsable e insensible, al dolor y apremios de las víctimas de sus erráticas políticas.

FB: Enrique Villarreal
TW: @evillarrealr
TW: @TvContrapunto