El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump reabrirá la guerra comercial entre EU y China, con el fin de castigar al país asiático por sus engaños y errores a la hora de contener el primer foco de Covid-19 en wuhan y ocultar información al resto del mundo.
Trump no solo ha endurecido sus advertencias sobre esta guerra, sino que desde mediados de abril ya se han llamado a una docena de aliados en todo el mundo para formar un frente común y obligar al régimen comunista de Pekín a responder todas las dudas con máxima transparencia.
“Esto nunca debía haber sucedido, y China debería habernos informado a tiempo”, lamentó Trump.
El objetivo de los Estados Unidos es crear nuevos aranceles, demandas millonarias o restricción a la entrada de tecnología fabricada en China al mercado estadounidense.
En enero, Trump firmó un acuerdo para poner fin a la guerra comercial con China, pero mantiene aranceles de un 25% sobre bienes por valor de 370.000 millones de dólares fabricados en ese país asiático. Por lo tanto, uno de los planes de la Casa Blanca es aumentar esos impuestos sobre productos chinos para crear una nueva cadena de producción con otros aliados de EE.UU.
Cabe resaltar que desde el principio de la epidemia y hasta el día de hoy, China se ha negado a permitir la entrada de investigadores estadounidenses y de otros países a Wuhan, donde surgieron los primeros casos de Covid-19.
JVR